• La nueva legislación, aprobada por el Parlamento Europeo el mes pasado, prohíbe el uso de combustibles convencionales después de 2035, fecha partir de la que todos los vehículos deberán ser “cero emisiones”.

El pasado mes de febrero el Parlamento Europeo aprobó la legislación que pone fecha de caducidad a los combustibles convencionales. Así, con 340 votos a favor, los eurodiputados marcaron el año 2035 como la fecha límite para utilizar vehículos propulsados por la gasolina o el diésel. Esta medida ha sido acogida con cierto recelo por muchos ciudadanos, preocupados, especialmente, por el alto coste de las alternativas de movilidad.

Las recientes modificaciones en la legislación van a permitir que los coches de combustión sigan circulando a partir de la fecha establecida, sin embargo, solo lo podrán hacer mediante el uso de combustibles sintéticos, conocidos como efuels. Esta medida mantendría con vida a los coches de combustión tradicionales, no obstante, debido a la incertidumbre que todavía genera su implementación a gran escala, la principal alternativa a estos son los vehículos eléctricos e híbridos.

Según una encuesta realizada por Prima Seguros insurtech  más de la mitad de los encuestados muestran su inquietud ante las consecuencias de esta decisión. Así, un 55,6% admite estar preocupado ante la situación de tener que hacer frente a la compra de un vehículo eléctrico o híbrido, con el coste elevado que ello supone.

En el lado opuesto, se encuentran aquellos que comparten esta medida y la reciben con los brazos abiertos, cerca del 35%.

Además, casi la mitad de estos, un 16%, asegura que se adelantará al plazo fijado por el Parlamento Europeo y adquirirá un vehículo eléctrico o híbrido en cuanto sea posible, y no obligatorio.

La encuesta nos ha permitido constatar que la principal inquietud de los usuarios con relación a esta nueva legislación es el elevado coste que los vehículos eléctricos e híbridos. En este contexto, y sumado a la situación económica, nuestro papel es aún más importante si cabe, ya que mantenemos las necesidades del cliente en el centro en todo momento. Somos conscientes que hoy en día, con el aumento de la inflación, los consumidores valoran sobre todo los costes de los productos, por tanto, gracias a las ventajas que la tecnología nos proporciona, podemos simplificar proceso y reducir costes, repercutiéndolo en el beneficio final del cliente y contribuyendo a su ahorro”, apunta Ignacio Castilla, Country Manager de Prima en España.

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