La presente crisis, con los precios de los combustibles disparados, aconseja adoptar un estilo de conducción que favorezca el ahorro energético; la eficiencia al volante permite además contaminar menos y circular de un modo seguro.

Fundación CNAE ha difundido una serie de recomendaciones para los conductores:

Al iniciar la marcha:

  • No pisar el acelerador en el momento del arranque y utilizar la primera marcha únicamente para iniciar el movimiento.
  • En motores turbo es preciso esperar 3 ó 4 segundos una vez arrancado el motor y antes de iniciar el movimiento.

Cambiar de marchas:

  • De primera a segunda tras dos segundos o seis metros de recorrido.
  • De segunda a tercera, a partir de los 30 km/h.
  • De tercera a cuarta, a partir de los 40 km/h.
  • De cuarta a quinta, a partir de los 50 km/h.

Además, es mejor seleccionar marchas largas y saltar cuando sea viable, por ejemplo, de 2ª a 4ª; no es necesario pasar por todas las marchas.

También es importante mantener una velocidad constante y no acelerar bruscamente ni frenar de golpe”.

En una pendiente ascendente es mejor pisar algo más el pedal del acelerador (hasta ¾ de su recorrido como máximo), en vez de reducir de marcha. No conviene pisar al 100% el pedal de acelerador, el consumo se dispara exponencialmente.

Al decelerar o detener el vehículo:

  • Levantar totalmente el pie del acelerador cuando se comience a detener el vehículo.
  • Si, además, habiendo levantado el pie del acelerador, se circula con una marcha engranada, por encima del régimen de ralentí, no se consumirá carburante.
  • En detenciones de más de un minuto, apagar el motor.

Sobre el mantenimiento de los neumáticos

  • La presión de los neumáticos debe ser revisada una o dos veces al mes.
  • Las indicaciones suelen venir reflejadas bien en el bastidor de la puerta o en el interior de la tapa del depósito.
  • Es conveniente que, durante la revisión, los neumáticos estén fríos, es decir, que no hayan recorrido más de tres kilómetros a baja velocidad (en vías de poblado).
  • Además, para que su comportamiento sea eficaz tanto en seco como en mojado, «los canales de la banda de rodadura deben tener una profundidad no inferior a 1,6 mm como mínimo (lo recomendable es 2,00 mm)».
  • Los neumáticos han de tener las dimensiones adecuadas y respetar, tanto el índice de carga como el de velocidad. Si se cambian, deben ser iguales o superiores.
  • En el caso de utilización de un remolque, la presión de los neumáticos traseros debe aumentar al menos 0,4 bar.

 

Más información en:

http://fundacion.cnae.com/index.aspx/consejos/consejos-conduccioneficiente-ahorro-fundacioncnae

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