El 43% de los vehículos en España ya cuenta con algún sistema de ayuda a la conducción, según Gipa. Es más, si todos los vehículos equipasen sistemas avanzados de asistencia al conductor ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) se evitarían el 57% del total de siniestros de tráfico o minimizarían sus consecuencias, asegura la Dirección General de Tráfico (DGT).
Los sistemas ADAS se están implementando de manera gradual en los vehículos. Tecnología que anteriormente se consideraba un extra y a la que muy pocos podían acceder, hoy es una realidad que ya incorporan muchos automóviles de serie gracias a una normativa europea.
Sin embargo, no basta con llevar equipados estos importantes avances tecnológicos, es necesario que funcionen correctamente. La diagnosis electrónica es capaz de detectar si alguno de estos sistemas no está actuando correctamente y, por lo tanto, se recomienda hacer una revisión periódica para verificarlo.
Ocho sistemas ADAS
Actualmente, son al menos ocho los sistemas ADAS que deben incorporar los coches de nueva homologación desde 2022. El sistema de ayuda al aparcamiento (sensores) es el que está más presente en los vehículos españoles (33%). Le sigue el sistema de mantenimiento de carril (21% de los vehículos), y la advertencia de ángulo muerto (18%). El sistema de mitigación de impactos o alerta de tráfico cruzado está en el 14% de vehículos, mientras que el frenado autónomo de emergencia y el reconocimiento de señales de tráfico están en el 13% respectivamente, según Gipa.
El número de sistemas ADAS que forman parte de los vehículos irá en aumento gradualmente. Son sistemas de ayuda a la conducción muy importantes que, al igual que ocurre con otros elementos que quizás puedan tener un mayor desgaste, como son neumáticos o líquidos, deben ser revisados con periodicidad. Normalmente el propio cuadro de mandos o sistema multimedia del automóvil informa de cualquier fallo. Aunque es recomendable revisarlos con periodicidad por si hubiera cualquier problema no registrado. Los equipos de diagnosis permiten hacer un chequeo completo del vehículo y detectar todas las posibles averías, especialmente aquellas que pueden no ser tan visibles, como son las electrónicas.
Además, en ocasiones se sufren pequeños golpes de chapa a los que no se les da importancia y que, sin embargo, pueden afectar a muchos de estos sistemas. No hay que olvidar que gran parte de ellos funcionan gracias a cámaras y sensores instalados por el vehículo.
Es recomendable revisar con periodicidad los sistemas ADAS y no siempre esperar a un testigo de avería encendido
Puede resultar peligroso que el conductor no sea consciente de estos posibles fallos y confíe en el pleno funcionamiento de estos sistemas. «Que no funcione correctamente el detector de ángulos muertos puede suponer que un conductor cambie de carril de forma inadecuada y que el sistema no detecte a los vehículos que están precisamente en ese punto ciego y, por lo tanto, puede ocurrir un siniestro de tráfico. Por ello, es recomendable revisar con periodicidad estos sistemas ADAS y no siempre esperar a un testigo de avería encendido», asegura Víctor Pardo, de la firma Norauto.
Los equipos de diagnosis permiten realizar un control electrónico de la salud del vehículo y ofrecen la posibilidad de identificar con antelación posibles averías graves. A esto se suma la importancia de contar con personal cualificado que sepa interpretar los resultados de este diagnóstico. De esta forma, se puede conocer la causa concreta del problema y ofrecer una solución.