El fin del estado de alarma y la apertura de la movilidad entre provincias ha lanzado a cientos de conductores a la carretera esta semana en busca de esas ansiadas vacaciones o camino de sus segundas residencias. Este hecho, sumado a la inminente llegada del mes de julio, aumentará el número de desplazamientos y, consecuentemente, el riesgo de sufrir un siniestro.

La siniestralidad española, una gran ignorada

Y es que la mayoría de conductores no son conscientes de los riesgos que puede entrañar la carretera. Según los datos del Barómetro FESVIAL, casi el 78% cree que el número de fallecidos en carretera es muy inferior a la cifra real. De hecho, 2 de cada 5 cree que las víctimas no llegan al millar (los datos de la DGT indican que en 2018 alcanzamos los 1.806).

Por no hablar de los heridos graves con hospitalización, que ese mismo año alcanzaron los 8.935. Además, anualmente los accidentes de tráfico generan entre 20 y 50 millones de traumatismos no mortales. Estos son la primera causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años.

¿Y cuáles son las causas de estos accidentes?

Las distracciones –el 32%–, el exceso de velocidad –22%– y el consumo de bebidas alcohólicas –21%–. Por desgracia, el 42% de los encuestados  reconocen haber conducido alguna vez tras haber consumido alcohol.

El 25 % de los conductores no revisarán su coche antes de ponerse en marcha

Es decir, que esta falta de concienciación se plasma también en un comportamiento poco prudente. Por otra parte, según los datos recabados por la empresa, hasta 1 de cada 4 conductores no revisará su coche antes de salir de viaje. Además, hay que tener en cuenta que la reducción del tráfico durante el estado de alarma puede generar una falsa sensación de seguridad.

No obstante, existen diferencias por sexos: solo el 22% de las mujeres reconoce que no prepara adecuadamente su coche antes de emprender sus vacaciones o de realizar un desplazamiento largo. El porcentaje asciende hasta el 27% en el caso de los hombres.

Asimismo, si nos centramos en las revisiones estipuladas por el fabricante, hasta 2 de cada 5 españoles admiten no pasarlas. Lo peor del caso es que casi la mitad de ellos solo lo haría si detectara un problema y que hasta el 18% ignora cuándo realizarlas.

Las revisiones no son lo único que pasan por alto muchos conductores, sino que casi el 60% tampoco cambia sus neumáticos a tiempo: el 46,2% lo hace después de recorrer con ellos más de 50.000 kilómetros y el 11,7% tras superar los 65.000. Una cifra preocupante si tenemos en cuenta que los expertos establecen el límite alrededor de los 40.000 kilómetros.

Toda esta falta de precaución podría incrementar el riesgo de accidente. Por no hablar de que se trata de imprudencias que, además, repercuten sobre la vida útil de nuestro coche. Tampoco hay que olvidar el riesgo que supone la edad media del parque automovilístico español –12,4 años–. Tal es así que los coches antiguos son protagonistas de 2 de cada 5 accidentes de tráfico. El riesgo de accidente en turismos de 10 a 14 años es 1,6 veces superior también.

Recomendaciones para salir de viaje

En este contexto, es necesario señalar que, antes de realizar un trayecto de larga distancia, es muy importante revisar el coche, y también comprobar que contamos con una buena cobertura de asistencia en carretera en el seguro de nuestro coche.

Respecto a esta primera cuestión (el vehículo) deberemos comprobar los niveles de líquidos –líquido refrigerante, de frenos, aceite, limpiaparabrisas…–, la batería, que los filtros del aire estén limpios, que las luces funcionen correctamente –incluidos antiniebla e intermitentes–, que la presión de las ruedas es la adecuada –recuerda hacerlo con el vehículo en frío–, mirar la rueda de repuesto, y que el motor no emite ruidos o chasquidos; entre otros. El estado de los amortiguadores es otro punto básico.

Más elementos fundamentales de seguridad son los triángulos de emergencia y el chaleco reflectante, así como la póliza de seguros. En cuanto a la asistencia en carretera de esta última, resulta muy útil comprobar si se hace cargo desde el kilómetro cero, si garantiza la llegada a nuestro destino con un coche de sustitución y demás. Las coberturas varían en función del seguro y de la aseguradora. Comprobar que el resto de la documentación está al día –ITV, permisos de conducir y circulación– será también elemental.

Durante la marcha el conductor también debería tener en cuenta su hidratación –beber agua o bebidas con azúcar para mantener la concentración–, estar alerta a su nivel de fatiga, descansar cada dos horas o 200 kilómetros, evitar las comidas copiosas –la digestión puede generar somnolencia– y las bebidas alcohólicas, usar un calzado cómodo adecuado para la conducción, etcétera.

Asimismo, es recomendable planificar la ruta con antelación, incluso alternativas en caso de atasco. No fijarnos una hora de llegada, las distancias se miden en kilómetros no en tiempo.

Evitar las horas calurosas, mantener la temperatura del coche entre los 20 y 22 grados y colocarnos en el asiento del conductor en una posición lo mas ergonómica posible, nos ayudará a evitar que nos estresemos más de la cuenta o fatiguemos antes de tiempo al volante.

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