Un estudio realizado por LEK Consulting y Sernauto enumera los retos y la necesidad de apostar por una convivencia de tecnologías para lograr una verdadera descarbonización en la automoción.

«No pensar tanto en el medio y pensar más en el fin, en reducir emisiones». Es la conclusión principal del estudio realizado por LEK Consulting y Sernauto, en el que se refleja la evolución de la movilidad en Europa y las perspectivas para 2035.

Dicho estudio, presentado en la jornada “El impacto del coche eléctrico en la transformación de la movilidad en Europa”, señala que es necesaria la convivencia de la electricidad con otras tecnologías, como los eco-combustibles, para dar respuesta a las necesidades de movilidad de los ciudadanos.

Para llegar hasta esa conclusión, Cristóbal Colón, socio de LEK Consulting, ha ido desgranando diferentes proyecciones de cara a 2035, teniendo en cuenta el escenario de incertidumbre actual. «La incertidumbre está provocando que cada vez se compren más vehículos de segunda mano. La edad media del parque está creciendo y eso nos aleja del objetivo de emisiones».

Proyección de emisiones

Colón ha explicado que los eléctricos también contaminan. Por ello, según sus proyecciones, Europa reduciría un 42,8% sus emisiones de CO2 si en 2035 logra alcanzar un parque eléctrico del 41%. Sin embargo, en un escenario ‘ideal’, en el que el 100% de los vehículos fueran eléctricos, las emisiones solo se rebajarían en un 68,9%.

Mientras, en caso de que ese parque utilizara biocombustibles, esa reducción de emisiones sería del 99,4%. «Es la combinación de diferentes tecnologías la que más impacto tendría en la reducción de emisiones», ha señalado.

Así pues, Colón ve difícil que el vehículo eléctrico acapare el 100% de la movilidad. Lo ha argumentado con varios motivos. Primero, por la escasez de puntos de recarga. Según su estudio, España debería multiplicar por 20 el número de cargadores para lograr los objetivos fijados en 2035. A ello añade otro problema: «El 60% de los coches ‘duermen’ en la calle. ¿Cómo se cargan esos vehículos?», se ha preguntado.

Globalidad compleja

Partiendo de un contexto global, Colón ha defendido que «el vehículo eléctrico no llegará a otras partes del mundo. Está África, Latinoamérica, parte de Asia, como la India. No somos el centro del mundo», ha asegurado para incidir después en que la realidad «de España no es la misma que la de Noruega. Madrid no es lo mismo que Soria», ha ejemplificado.

Por otro lado, el elevado precio del vehículo eléctrico se convierte un obstáculo a la hora de instalarse en todas las capas de la sociedad. «Hay fabricantes que piensan en el vehículo eléctrico solo para clases altas. ¿Qué pasa con la movilidad de las clases medias-bajas?», ha instado, así como la afectación en la economía.

«Si se dejan de vender 2,3 millones de coches, ¿qué pasa con esos empleos?, ha insistido. La previsión del informe es que al menos hasta 2025 la paridad de precios no comience a apreciarse. Uno de los factores que contribuirán al abaratamiento será la apuesta de los fabricantes chinos que «ocuparán el lugar que los europeos no quieren ocupar».

Otro factor que influirá en la caída del precio será la fabricación de baterías en territorio europeo. «El 98% de la cadena de valor del vehículo eléctrico está en China», ha insistido. Colón ha advertido de la necesidad de apostar por una industria del reciclaje ante el riesgo de pasar de la ‘petrodependencia’ a la ‘litiodependencia’.

A la presentación del informe ha acudido el comisionado del Perte VEC, José María López. López, ha anunciado que la próxima convocatoria de ayudas será «inminente» y que irán divididas en dos, una para la línea de baterías y otra para la cadena de valor del vehículo eléctrico y conectado.

Fuente: Infotaller

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