Bruselas cree que estas ayudas influyen de forma directa en los precios «artificialmente bajos», por lo que podría imponer aranceles a las importaciones para compensarlos.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado la apertura de una investigación contra los subsidios que China concede a sus vehículos eléctricos, cuyos precios son «artificialmente bajos» por estas ayudas públicas y suponen pérdidas para las compañías europeas.

Los vehículos chinos tienen una penetración del 8% en el mercado comunitario.

«Los mercados globales están inundados con coches eléctricos chinos más baratos y su precio se mantiene artificialmente bajo gracias a los enormes subsidios estatales», explicó la alemana durante el Discurso sobre el Estado de la Unión en la sede del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia).

La jefa del Ejecutivo comunitario defendió que la industria de los vehículos eléctricos es «esencial» para avanzar hacia una economía «limpia» y tiene un «gran potencial» para Europa, pero las ayudas públicas del gigante asiático están «distorsionando el mercado».

«Victimas de prácticas depredadoras»

«Nuestras compañías son excluidas demasiado a menudo de mercados extranjeros o son víctimas de prácticas depredadoras. Frecuentemente son debilitadas por competidores que se benefician de grandes subsidios estatales», argumentó la alemana.

«Como no lo aceptamos desde dentro (de la UE), tampoco lo aceptamos si viene desde fuera. Así que puedo anunciar hoy que la Comisión lanzará una investigación contra los subsidios a los vehículos eléctricos que llegan de China», afirmó Von der Leyen.

La UE, puntualizó la alemana, está «abierta para la competencia» pero no para «una carrera a la baja» y por eso el bloque «debe defenderse de prácticas desleales» al mismo tiempo que mantiene «abiertas» las «líneas de comunicación y diálogo con China”.

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis, anunció al hilo del discurso de Von der Leyen que viajará la semana que viene a China para discutir el asunto.

Denuncia previa de la industria

La Comisión Europea ha decidido actuar de oficio a la hora de iniciar esta investigación, sin que haya habido ninguna denuncia previa de la industria y tras recabar datos sobre los esquemas de subsidios chinos, indicaron fuentes comunitarias.

Según la información recopilada por Bruselas, hay una amenaza de que la industria europea se vea perjudicada a causa de un aumento significativo de capacidad relacionada con las subvenciones estatales chinas.

Esos subsidios afectan a las materias primas y más en concreto a las baterías, que representan una parte muy importante del coste de producción de vehículos eléctricos, pero también a elementos como el software.

Posibilidad de aranceles

Según la CE, los vehículos chinos tienen una penetración del 8% en el mercado comunitario -que podría duplicarse hasta el 15 % en 2025 de continuar al mismo ritmo- y cuestan un 20% más barato que los europeos.

De este modo, la CE tratará de confirmar que existe una relación causa-efecto entre los subsidios chinos y la amenaza de perjuicio para las empresas europeas.

Si es el caso, la Comisión podrá imponer aranceles provisionales sobre las importaciones de vehículos eléctricos chinos al cabo de 9 meses de investigaciones, las cuales pueden extenderse durante un máximo de 13 meses.

A partir de ese momento, los aranceles podrían convertirse en definitivos.

Según la CE, cualquier represalia a las acciones europeas por parte de China sería ilegal, si bien Pekín podría recurrir a la resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) si considerase que las medidas de la Unión Europea son ilegítimas.

Fuente: Infotaller.tv

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