La DGT recuerda a través de los paneles informativos a los conductores que «fumar conduciendo puede matar en dos segundos», ya que junto al uso del móvil y el manejo de aparatos de GPS, son las principales distracciones al volante.

«Encender, tirar la ceniza, apagar el cigarrillo… todo causa distracciones y pone en riesgo la seguridad vial», detalla Fernando Pérez, de la Sociedad Española de Medicina de Tráfico (SEMT) donde nos indican que encender un cigarrillo lleva 4,1 segundos, lo que implica que circularemos sin concentración y sin plena atención en la carretera; además de que circulando a 100 km/h, se recorren 113 metros sin la atención plena en la carretera, con un alto riesgo de sufrir un accidente de tráfico.

Asimismo, fumárselo requiere unos tres o cuatro minutos, es decir, «seis kilómetros con una sola mano bien colocada en el volante, lo que en situaciones normales ya es peligroso de por sí», indica el doctor José Luis Díaz Maroto, coordinador del grupo de trabajo de tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).

El 60% de los accidentes y el 30% de las víctimas mortales se producen por distracciones, y fumar es una causa frecuente de distracción. Además, «el humo del tabaco altera la capacidad motora y cognitiva, se tienen menos reflejos justo cuando más lo necesitas y así es más fácil sufrir un accidente», añade el doctor Carlos Jiménez, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

¿Se puede fumar mientras conduces?

Si nos ceñimos al Código de Circulación, y como nos recuerda Pyramid Consulting, en el artículo 18.1 no impide fumar conduciendo, como tampoco prohíbe comer o maquillarse al volante. No obstante, sí prohíbe todo lo que suponga disminuir la atención de la carretera. Por lo tanto, y concretamente en este caso, fumar conduciendo podría suponer una multa de hasta cien euros.

Asimismo, también se detalla que «se prohíbe arrojar a la vía o en sus inmediaciones cualquier objeto que pueda dar lugar a la producción de incendios o, en general, poner en peligro la seguridad vial. Las infracciones a este precepto tendrán la consideración de infracción grave».

Por ello, arrojar objetos desde coches en marcha, incluidas colillas, se multa con 200 euros y la retirada de 4 puntos del permiso de conducir. Y es que el 3% de los incendios lo originan colillas de cigarrillos abandonadas o arrojadas desde vehículos, según datos del Ministerio de Medio Ambiente.

Siete motivos para no fumar mientras se conduce:

  1. Aunque no se considera una infracción, sí puede ser sancionable, especialmente si implica una distracción y afecta a la total libertad de movimientos del conductor. El agente es el encargado de determinar si el hecho de fumar está afectando a la seguridad.
  2. Perjudica a la salud, a la tuya y a la de los pasajeros: Al tratarse de un espacio reducido, el humo llega de forma directa al resto de pasajeros, convirtiéndose en fumadores pasivos. Recordamos que hay países que ya están prohibiendo fumar en el coche, sobre todo si hay niños en su interior.
  3. Supone una distracción: encender un cigarrillo implica una distracción mínima de 4 segundos. Durante este tiempo, el coche circula a altas velocidades sin apenas control. A esto hay que añadir la posibilidad de que caiga ceniza sobre nosotros con la consiguiente retirada de la vista de la carretera y la búsqueda del tabaco dentro del habitáculo.
  4. Afecta a la capacidad de reacción del conductor: durante el tiempo que se tarda en fumar, una mano sujeta el cigarro. De esta forma es imposible sujetar el volante con las dos manos y con firmeza. La capacidad de reaccionar del conductor ante posibles imprevistos se ve mermada.
  5. Fumar dentro del automóvil reduce la eficiencia del filtro de habitáculo, cuyo objetivo es garantizar la calidad del aire y que circule correctamente. Probablemente se tenga que cambiar con más frecuencia de lo habitual. De no hacerlo, habrá olores desagradables y la cantidad del aire filtrado que se respirará dentro del vehículo será reducida.
  6. Debido a lo anterior, el aire es menos puro y, por lo tanto, también perjudica un estado de alergia y agrava un estornudo o ataque de tos.
  7. Aunque menos importante, el coche adquiere un olor especial que posteriormente es difícil de eliminar. Este olor puede resultar desagradable para mucha gente y puede contribuir al mareo en los viajes largos.

Fuente DGT / ABC

 

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