- En AMDA (Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción) se ha creado la división de motocicletas para promover un uso adecuado, sostenible y seguro de la moto en nuestras ciudades y carreteras.
- La motocicleta es el medio de transporte preferente de los usuarios y parte de la solución a los problemas de seguridad y sostenibilidad.
- AMDA fomentará cursos de conducción segura y perfeccionamiento en colaboración con la Administración.
- La venta de motocicletas en España está recuperando los niveles pre-pandemia.
- El Covid-19 ha fomentado en los usuarios una clara preferencia por modos de movilidad unipersonal y la búsqueda del ocio.
- La motocicleta eléctrica aún está lejos de ser un sustituto viable de la moto con motor térmico.
“La venta de motocicletas en nuestro país tras la pandemia del Covid-19 está creciendo hasta casi recuperar los niveles anteriores a 2020, motivado fundamentalmente por diversas causas como la preferencia del ciudadano por la movilidad unipersonal, la menor inversión que requiere la compra de una motocicleta, las múltiples incertidumbres que desgraciadamente asolan al automóvil y la búsqueda de ocio. Todo ello ha favorecido a la motocicleta, que ha experimentado una recuperación más rápida que otros medios de transporte”, señala Javier Garoz, presidente de la División de Motocicletas de la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción.
Según Javier Garoz “la motocicleta está considerada, y así lo entiende también la administración pública, como un medio de transporte preferente y parte de la solución a los problemas de seguridad y sostenibilidad a los que nos enfrentamos”.
“La motocicleta es un modelo de movilidad con grandes ventajas, ya que reduce los tiempos de desplazamiento, ocupa menos espacio físico en la vía pública, consume menos combustible y emite menos gases contaminantes y partículas por kilómetro recorrido”, añade el presidente de la División de Motocicletas de AMDA.
Además de estas ventajas, desde AMDA apuntan que “las motos modernas son también mucho más seguras por el equipamiento e incorporación de sistemas de control de tracción, estabilidad y frenada antibloqueo, como parte de los paquetes de sistemas ARAS* de asistencia avanzada a la conducción que ya están disponibles”.
Desde AMDA (Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción), apunta Javier Garoz, “hemos creado la División de Motocicletas con la que queremos promover el uso adecuado de la moto en nuestras ciudades y carreteras. Para ello fomentaremos cursos de conducción segura y perfeccionamiento, impartidos por expertos formadores viales en colaboración con la Dirección General de Tráfico y la Comunidad de Madrid”.
La Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción considera necesario el desarrollo de políticas y actuaciones enmarcadas en tres ejes principales:
- Formación de los usuarios de moto. Es necesario desarrollar la mayor destreza posible en el uso de la moto; así como aprender la utilización de los sistemas de seguridad en situación de emergencia en entornos seguros. El fomento de cursos de conducción segura debe ser una prioridad tanto para los usuarios como, por supuesto, para la administración.
- Concienciación de todos los usuarios de la vía pública. El usuario de la moto debe conducir de manera responsable y cívica; conviviendo con el resto de usuarios que también han de ser conscientes de su coexistencia en la vía. El respeto entre usuarios y a las normas de circulación es un área en el que debemos seguir trabajando.
- Modernización del parque. Actualmente el parque de motocicletas en la Comunidad de Madrid está en torno a los de diez años de antigüedad. Por las calles y carreteras de la comunidad madrileña están circulando unas 350.000 motos, de las que el 43% tienen más de 13 años de antigüedad.
En relación con este último punto, Javier Garoz apunta que “según los últimos datos se venden dos motos de ocasión por cada moto nueva con el agravante de que el 60% son motos con más de 10 años. Si realmente queremos seguridad y sostenibilidad, facilitemos el acceso a motos más limpias y con mejor equipamiento, fomentando la adquisición de motos más modernas y promoviendo la venta de motos con menos de siete años de antigüedad”.
La motocicleta eléctrica está lejos de ser un sustituto viable.
La motocicleta eléctrica está aún lejos de ser un sustituto de la moto con motor térmico, aunque ya es una solución viable para la movilidad urbana, según el presidente de la División de Motocicletas de AMDA. “Las medidas de fomento no deberían ir únicamente orientadas a su promoción. En Bruselas se debaten estos días las medidas de restricción al motor térmico avocándonos a todos a la electrificación del transporte sin remisión” apunta Javier Garoz.
“La posición de Italia defendiendo los biocombustibles podría perfectamente contribuir a los objetivos de sostenibilidad, sin eliminar por completo una energía que nos ha permitido un desarrollo social y económico extraordinario. El futuro del transporte debería estar basado en la coexistencia de diferentes energías, cada una adecuada según el uso al que esté destinada. Y sobre todo siempre pensando en las necesidades reales de los ciudadanos y los usuarios”, concluye desde la Asociación Madrileña de Distribuidores de Automoción, Javier Garoz.
(*) ARAS. Advanced Rider Assitance Systems