En la presentación de la XX convocatoria del curso de profesores de formación vial de la Dirección General de Tráfico, entrevistamos a María José Aparicio, subdirectora adjunta de formación vial, a Ana Gil Escolano, Jefa de área de centros de formación y sensibilización y a Benjamín Pardo, Jefe de servicio de control de centros de enseñanza.
La XX edición del curso de formación de profesores de formación vial ha dado comienzo, ¿cuáles son los resultados esperados por la DGT? ¿Qué novedades se introducen en esta nueva edición?
Benjamín Pardo: La novedad principal es la formación en motocicleta, es la primera vez que se ha introducido, los resultados esperados es que salgan todos maravillosamente formados, se introduzcan en el mercado laboral con las máximas garantías y que hagan de esta profesión su medio de vida.
Para mejorar la seguridad en carretera de conductores de motocicleta se ha propuesto, según la revista de la DGT, un refuerzo en la formación de los alumnos, llegándose a bonificar hasta con 2 puntos en el carnet por realizar el curso. ¿Cree que se verán resultados inmediatos? ¿Cuándo entrará en vigor esta medida?
María José Aparicio: El proyecto de la DGT parte por la reforma de la Ley que se habilita para bonificar con puntos determinados cursos de formación. Inmediatamente después, en lo que ya estamos trabajando, estos cursos se desarrollan a través de una orden ministerial de cursos de conducción segura. Queremos que sean de alta calidad, con requisitos en cuanto a instalaciones, profesorado…
Son cursos que mejoran la conducción de motocicletas porque ponen el énfasis en las carencias que tienen los motociclistas a día de hoy, fundamentalmente dirigidos a la conducción de motocicletas de menor tamaño en vía urbana, pero también cursos de formación segura en carretera convencional, donde los accidentes con motos grandes se están incrementando.
«El proyecto de la DGT parte por la reforma de la Ley que se habilita para bonificar con puntos determinados cursos de formación. Inmediatamente después, en lo que ya estamos trabajando, estos cursos se desarrollan a través de una orden ministerial de cursos de conducción segura.»
Las cifras de mortalidad en motocicleta no están descendiendo. Consideramos que estos cursos pueden mejorar la conducción y, por tanto, las cifras de siniestralidad vial.
Una manera de fomentar que la gente haga voluntariamente estos cursos es a través del permiso por puntos. Hemos entendido que el permiso por puntos después de más de diez años necesita alguna innovación, no tiene que ser solamente un sistema de control o de penalización, sino que es un buen sistema que podemos utilizar también para fomentar, bonificar y para que la gente se anime a realizar este tipo de formación.
«El permiso por puntos es un buen sistema que podemos utilizar también para fomentar, bonificar y para que la gente se anime a realizar este tipo de formación.»
Con las nuevas medidas de seguridad impuestas para los conductores de motocicletas se pretende evitar daños mayores en caso de accidente pero ¿se hace también para incentivar el uso de motocicletas con la finalidad de una movilidad eficiente y fluida en las grandes ciudades?
MªJ.A: Directamente no, el objetivo de estos cursos es la seguridad vial.
Es verdad que las grandes ciudades se están convirtiendo en lugares hostiles para el vehículo, sobre todo porque no hay espacio para tantos coches, y la motocicleta es una alternativa.
Desde la DGT lo que queremos es que se conduzca con seguridad. El uso de la motocicleta se está fomentando por la propia movilidad de las grandes ciudades.
Ahora hablemos sobre otra lacra para la seguridad vial…
Según el informe de toxicología del año 2018 publicado en la revista de la DGT, un 43% de los fallecidos en carretera había consumido alcohol, drogas o psicofármacos. ¿Cree que debería reforzarse la educación sobre ese tema? ¿Los profesores de formación vial deberían completar su formación con cursos relacionados con la prevención de accidentes por este motivo?
MªJ.A: Sí, desgraciadamente, y aunque las cifras han descendido, el consumo de alcohol y de drogas sigue estando directamente relacionado con los fallecidos en carretera. Desde la Dirección General de Tráfico estamos apostando por un perfil de profesor con una formación muchísimo más avanzada en factores de riesgo.
Queremos introducir la educación en niños, pero no solo en los menores, sino a lo largo de toda la vida de las personas que son objetivos principales de todas las políticas de seguridad vial. Aunque es cierto que los jóvenes de hoy en día están más concienciados que hace unos años.
Las cifras de siniestralidad se están incrementando tanto en peatones como en conductores. Entendemos que hay que aumentar la educación no solo sobre este tema sino sobre todos los factores de riesgo que están presentes a lo largo de toda la vida de las personas. De una manera u otra, ya sea como peatones, como conductores, como ciclistas o como conductores de patinete, todos estamos dentro de las ciudades y somos usuarios de las vías.
«Aunque las cifras han descendido, el consumo de alcohol y de drogas sigue estando directamente relacionado con los fallecidos en carretera. Desde la Dirección General de Tráfico estamos apostando por un perfil de profesor con una formación muchísimo más avanzada en factores de riesgo.»
Las campañas publicitarias de la Dirección General de Tráfico son duras e impactantes para conseguir así la concienciación del conductor. ¿Han conseguido con dichas campañas una disminución real de las víctimas en carretera?
MªJ.A: Sí, cuando ha habido un cambio en el Director General de Tráfico, se han retomado las campañas que, tradicionalmente, eran propias de la Dirección General de Tráfico. Se opta por campañas más duras en momentos determinados porque llevamos cuatro años seguidos con las cifras de siniestralidad subiendo.
Es cierto que no conocemos el impacto directo de estas campañas porque normalmente cuando las cifras de siniestralidad bajan, no es por una medida exclusiva, suele haber varias medidas y no sabemos exactamente que bajada se debe directamente a cada una.
Lo que sí está claro es que después de 4 años de subidas en las cifras de siniestralidad una campaña que toque la fibra de la sociedad y que haga ver que tenemos un problema, siempre es buena. De hecho, este verano, la tendencia de subida ha bajado, ya estamos otra vez en una tendencia descendente. Las campañas para concienciar a la sociedad son necesarias.
«Este verano, la tendencia de subida ha bajado, ya estamos otra vez en una tendencia descendente»
El cambio climático está en boca de todos y la DGT tiene un peso importantísimo en cuanto a las emisiones de vehículos ¿Qué medidas están tomando para reducirlas y por tanto conseguir una conducción sostenible?
MªJ.A: Realmente la Dirección General de Tráfico no es el órgano competente en determinar que vehículos pueden circular o no. Sí es la encargada de emitir las etiquetas porque es el órgano que tiene el conocimiento sobre los datos del vehículo pero el Gobierno y el Ministerio de Industria son los competentes en la materia de emisiones de los vehículos. La DGT a día de hoy no tiene dentro de sus proyectos ninguna medida a este respecto como organismo independiente, son las medidas del Gobierno y del Ministerio de Industria.
En la última década, ¿qué evolución han experimentado las autoescuelas? ¿Cuáles cree que han sido las medidas más significativas que se han tomado en estos últimos 10 años?
Ana Gil Escolano: Ha habido un cambio normativo, el reglamento que las regula es de 2003 y en 2010 tuvo que modificarse sustancialmente debido a las Directivas de Liberalización de Servicios de la Unión Europea. Se dio un cambio a la regulación intentando flexibilizar el acceso de los operadores a la creación de autoescuelas.
La regulación era antes mucho más proteccionista y ahora es más liberal favoreciendo que cualquier empresa que cumpla los requisitos pueda tener su autoescuela pero no son medidas que hayan influido sustancialmente en la mejora de la formación.
¿Cómo está la demanda de profesores de autoescuela ahora mismo?
A.G: La demanda de profesores de autoescuela ha bajado. Cada vez hay menos gente que quiere ser profesor de autoescuela y, también es cierto, que cada vez hay menos gente que consigue serlo.
Se ha reducido considerablemente el número de solicitantes al curso para obtener el título para profesor de autoescuela, y también, se ha reducido mucho el número de personas que consigue serlo al finalizar el curso.
Ahora mismo estamos en un proyecto de cambio de esta figura profesional porque creemos que es necesario darle una importancia mayor, abrir su campo de actuación y hacerlo más atractivo para la gente que quiera dedicarse a esto.
«Estamos en un proyecto de cambio de esta figura profesional porque creemos que es necesario darle una importancia mayor, abrir su campo de actuación y hacerlo más atractivo para la gente que quiera dedicarse a esto»
En cada curso de formación de profesores de autoescuela se introducen mejoras y novedades, ¿cree que esto puede facilitar que baje el porcentaje de suspensos en el examen práctico?
A.G: La preparación del formador de alguna manera tiene que redundar en la calidad de la formación de los alumnos. Cuanto mejor formado esté el profesor mejor enseñará a sus alumnos y eso al final tiene que traducirse en que los alumnos vayan mejor preparados a examen y suspendan menos. Obviamente hay muchísimos factores más que influyen en el tema del apto o no apto de las pruebas, pero cuanto más instruido esté el formador mejor preparado irá el alumno.
Las autoescuelas suelen denunciar el hecho de que hay un porcentaje muy bajo de aprobados en el primer examen. ¿Cuál es el porcentaje de aprobados a la primera en el examen teórico? ¿Y en el práctico?
B.P: Refiriéndonos al permiso B, el porcentaje de aprobados en el primer examen teórico es de aproximadamente un 60%. Por otro lado, el porcentaje de aptos en el primer examen práctico es del 41,6%.
¿Cuáles cree que son los factores que hacen que el porcentaje de suspensos sea tan elevado?
A.G: Los factores son múltiples, principalmente creemos que hay una falta de conciencia en el propio alumno porque muchas veces quiere presentarse a examen sin estar suficientemente preparado.
Durante muchos años, en algunas poblaciones más grandes, ha habido un poco de caos en la organización de los exámenes y en las convocatorias por temas como cuántos alumnos se podían presentar, en qué momento, la falta de un calendario fijo… Es algo en lo que estamos trabajando, aunque sin duda, también ha podido influenciar en la organización.
Es muy difícil buscar una única explicación. Los factores que hacen que ese porcentaje sea bajo son múltiples y estamos intentando trabajar en todos ellos.
¿Verían conveniente poner un número mínimo de clases prácticas obligatorias?
MªJ.A: En el proyecto de modificación del Reglamento General de Conductores que ahora mismo, por la situación política, está parado, hemos propuesto clases obligatorias en la formación teórica y no solo clases sobre normativas, sino clases en las que se pretenda la concienciación y la sensibilización del alumno.
Esta formación obligatoria no es tanto para aprobar un examen teórico sino para conseguir en esa formación presencial la concienciación de los alumnos sobre los principales factores de riesgo.
No pretendemos influir en el porcentaje de aptos sino en el comportamiento futuro del conductor en la carretera. Sí proponemos clases obligatorias en este reglamento, que como digo está en tramitación.
En cuanto a las clases prácticas también proponemos clases obligatorias pero tras el primer suspenso. Consideramos que es muy difícil valorar un número mínimo de clases obligatorias por los perfiles tan diversos que hay en las personas que acceden al permiso de conducir, por ello, proponemos 5 clases obligatorias a aquellas personas que en una primera prueba demuestran que no iban suficientemente preparados.
«En el proyecto de modificación del Reglamento General de Conductores hemos propuesto clases obligatorias en la formación teórica, y en cuanto a las clases prácticas, también proponemos 5 clases obligatorias tras el primer suspenso»
¿Qué le recomendaría a una persona que no consigue aprobar el examen práctico?
MªJ.A: Los motivos por los que una persona no consigue aprobar el examen práctico pueden ser múltiples. Tendríamos que mirar el historial, ver cuántas clases ha dado, las veces que ha suspendido… El suspenso de un examen práctico puede ser porque no está debidamente formado o porque se ponga excesivamente nervioso. Tendríamos que ver en el caso concreto que es lo que está sucediendo. Lo habitual es que tenga que recibir más formación.
¿Qué cualidades ve como las más importantes en un docente a la hora de impartir las clases prácticas de conducción?
MªJ.A: Un docente debe tener muchos conocimientos sobre la materia pero también capacidades pedagógicas y psicológicas. Desde la DGT apostamos por estos métodos y se ve reflejado en los cursos que se imparten ahora. Creemos que hay que focalizar mucho en ese aspecto, en saber llegar al alumno. El docente tiene que saber diferenciar el perfil de la persona que tiene delante para determinar cómo llegar a ella. No todos los alumnos son iguales y el docente debe tener diversidad de herramientas para poder transmitir sus conocimientos a los alumnos.