Son muchos los factores que influyen en la seguridad vial, desde el estado psicofísico del conductor hasta el de la carretera, pasando por las condiciones climáticas o la mecánica del vehículo. Y este equilibrio que mantiene seguros a todos los usuarios de las vías urbanas e interurbanas es muy delicado.
Con que solamente uno de estos aspectos falle, ya hay altas probabilidades de que tenga un lugar un accidente de tráfico. Y según los datos de la DGT, un elemento que influye de manera importante en la siniestralidad es la luz del día. O, mejor dicho, la falta de ella.
En 2018 (es el último año del que se dispone un informe completo), el 38% de los accidentes de tráfico con víctimas mortales tuvieron lugar entre las 20.00 y las 7.59. Si bien no acumula el mayor número, esta franja horaria si refleja la mayor tasa de mortalidad, un 1’7.
Y es que durante la noche, la visibilidad de los conductores empeora, por lo que su capacidad y tiempo de reacción es menor. Además, hay una menor presencia de vehículos y los conductores que transitan a esas horas tienden a aumentar la velocidad.
El bajo volumen de tráfico en la vía crea una sensación de falsa seguridad que lleva a los conductores a pisar más el acelerador, sin ser conscientes que la mayoría de los accidentes en carretera son por salidas de la vía motivo de un despiste o distracción.
El 35 % de atropellos mortales ocurren en el crepúsculo/noche. Un conductor no percibe a un #peatón hasta estar a 10 m de #distancia, insuficiente para evitar accidente. Y más de noche. #Peatón en carretera, SIEMPRE chaleco reflectante.
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— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) June 27, 2020
Consejos para conducir de noche
Tanto los conductores como los peatones deben aplicarse para reducir estas tasas de mortalidad y de siniestralidad. Los viandantes, en caso de transitar por zonas interurbanas o con poca luminosidad, deberán llevar chaleco reflectante u otros elementos que les hagan más visibles.
Los conductores pueden seguir estos consejos, además de ir a las revisiones de la vista con regularidad y conducir con gafas si las necesitan para ver:
- Comprobar que los sistemas de iluminación del coche funcionan correctamente.
- Para evitar el deslumbramiento es clave un buen reglaje de los espejos retrovisores exteriores e interiores. Sé respetuoso con el resto de conductores al utilizar las luces.
- Recuerda encender el alumbrado de cruce al menos una hora antes de la puesta del sol.
- Durante la conducción nocturna hay que adaptar la velocidad a las condiciones de iluminación de la vía y aumentar la distancia de seguridad.
- Realizar el viaje descansado. En cualquier caso, siempre durante un viaje nocturno es aconsejable realizar paradas de descanso cada hora u hora y media de trayecto.
- Aumentar la frecuencia de vigilancia de los espejos, llevar el habitáculo bien ventilado y tratar de escuchar música que no te desconcentre de la conducción te ayudará a evitar los síntomas del sueño.
- Ante cualquier síntoma de lagrimeo, fatiga ocular, somnolencia, picor de ojos…, parar el coche en un lugar seguro y descansar antes de seguir el viaje.
- Evitar conducir con la luz del habitáculo encendida, ya que provoca un mayor contraste entre el interior y el exterior y reduce la visión.
- La limpieza de los cristales de la luna trasera y parabrisas ayudará a una mejor visibilidad de día, pero especialmente durante la noche, porque evita reflejos molestos.
- Utilizar carreteras bien iluminadas y en buen estado para tus desplazamientos nocturnos, preferiblemente autopistas o autovías.
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