La generalización del teletrabajo a causa del confinamiento ha demostrado que ha llegado para quedarse. Pero ¿sirve para todo la digitalización? Por supuesto, no para aprender a conducir. ¿Y para recibir la formación para la prueba teórica del carné?
La pregunta viene a cuento después de que la DGT diese marcha atrás en su idea de hacer obligatorias ocho clases presenciales a los aspirantes al teórico.
«Es mayoritario en Europa y en España lo respaldaban 80 organizaciones que saben mucho de tráfico y Seguridad Vial. Sin embargo, el informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), aunque no es vinculante, tiene efectos demoledores y vuelve imposible la reforma. No hacen falta profesores, ni aulas; enseñar a conducir es como hacer un curso de cocina o de macramé… pero los accidentes no son virtuales, son reales» argumentó Pere Navarro, director de Tráfico, para justificar su marcha atrás.
Hoy, en España un alumno se puede presentar al teórico sin pasar por la autoescuela. No así para el práctico. Y según dijo la CNMC en noviembre, esas clases presenciales favorecerían a los centros tradicionales en detrimento de las online «sin que exista justificación para ello». Solo en 2018, ingresaron en las carreteras españolas casi 500.000 nuevos conductores y durante la pandemia se han dejado de hacer hasta 280.000 exámenes del práctico.
CLASES PRESENCIALES EN EL 80% DE EUROPA
Las autoescuelas físicas, alineadas con la DGT, no entienden su postura en clave económica: «Sacarse el carné en España es tan barato que pone en peligro a estos centros» decía Enrique Lorca, el presidente de la confederación CNAE, en una reciente entrevista con EL MUNDO. El coste medio es de 800 euros y ya incluye las clases de la discordia, según Lorca, por lo que la medida no lo encarecería. En cambio, «habrá más fallecidos si sólo usamos la formación a distancia. Una cosa es transmitir conocimiento y otra adquirir comportamientos, que solo es posible a través de la formación presencial» señala. Así, recuerda que, por mucho que se hable de la importancia del cinturón de seguridad «el 20% de los fallecidos en accidente no lo usan», según la DGT. Y añade otros ejemplos como puede ser «practicar una reanimación cardiopulmonar, el empleo de unas gafas que simulan los efectos de haber ingerido alcohol y/o drogas o simular un vuelco para ver cómo protege el cinturón de seguridad».
Asimismo, recuerda que la formación presencial es recomendada por la OMS, el 80% de los países europeos la aplican, «en algunos, con más horas incluso», y estudios de la Universidad de Valencia o la de Groninga (Holanda) la ponen en valor. También los asistentes a los cursos de recuperación de puntos que gestiona en exclusiva la CNAE. «Está demostrado que los alumnos que van por libre suspenden más» concluye.