Hace unos meses surgió la noticia en que la DGT planteaba prohibir fumar al volante de nuestro vehículo, aunque según el Reglamento de Circulación fumar como tal no es delito, sin embargo abre la posibilidad a que si los agentes de tráfico pueden considerar que el hecho de fumar puede provocar una distracción y poner en riesgo la seguridad vial es susceptible de denuncia.
Otro motivo relacionado con este hecho, que sí está recogido por ley y es sancionable, es el de arrojar las colillas desde el coche en marcha , que conlleva una sanción de 200 Euros y la retirada de 4 puntos del carné de conducir.
Pero veamos desde el punto de vista de la seguridad vial y medioambiental, como puede influir y a que riesgo nos exponemos al fumar en nuestro vehículo.
Mientras conducimos, el proceso exigido para encender el cigarrillo es el siguiente:
- Inicialmente quitamos la vista y la atención de la conducción para buscar la cajetilla,
- Buscamos el mechero o ponemos el mechero del coche.
- Para encender el cigarrillo quitamos una mano del volante
- Encendemos el cigarrillo
- Necesitamos tirar la ceniza al cenicero (varias ocasiones)
- Apagar el cigarrillo
Independientemente del proceso fisiológico que se produce, es obvio que asociado a esta acción que se ha descrito, se producen distracciones en la conducción, que según ha estimado la Dirección General de Tráfico supone aproximadamente 4,1 sg , junto a los tres o cuatro minutos que tardamos en fumar el cigarrillo y que no tenemos los cinco sentidos puestos en la conducción de nuestro vehículo, por lo que teniendo en cuenta que el 60% de los accidentes y el 30 % de víctimas mortales se producen por distracciones es fácil afirmar que la influencia del tabaco en la seguridad vial es evidente.
El tiempo de distracción que se produce al conducir implica que circulando a 100 Km/h recorremos 113 metros que equivale a un campo de fútbol sin poner atención en lo más importante “conducir”. Si lo comparamos con otras distracciones que se pueden equiparar podríamos citar que manipular la radio o colocar un CD son 3 segundos, o apagar y desbloquear un teléfono son 5 sg, marcar un número de teléfono son 8 segundos. Según investigaciones del VTTI (Virginia Tech Transportation Institute) dejar de mirar la carretera durante más de 2 seg incrementa un 50% el riesgo de sufrir un accidente.
Pero existe otro elemento a considerar casi tan importante como el de la distracción y es el medioambiental. Al fumar en el interior del vehículo, el humo del tabaco contiene más de 7.000 sustancias de las que aproximadamente 250 son nocivas y 70 de ellas son cancerígenas, y el problema no se elimina abriendo las ventanillas, ya que durante semanas los ocupantes del vehículo seguirán respirando este aire nocivo, quedando impregnado en la ropa, la moqueta, alfombrillas y los asientos.
Aparte de este efecto, el simple hecho de fumar en el interior del vehículo provoca que en el ambiente se crea monóxido de carbono, por lo que existirá un déficit de oxígeno, aumentando la irritabilidad, cansancio, dolores de cabeza, y sobre todo disminuirá la capacidad de reacción en el conductor, según indica el doctor Carlos Jiménez, presidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía torácica (SEPAR).
Afirma también que a largo plazo la exposición del humo del tabaco en un espacio cerrado, como se trata el habitaculo del vehículo, aumenta el riesgo de sufrir ictus, enfermedades cardiovasculares y bronquitis crónicas. Es tan severo el riesgo que la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), la de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la de Medicina de Tráfico (SEMT) han pedido a la DGT que se propongan campañas entre los conductores fumadores para evitar que fumen en el interior del vehículos.
Este efecto no solamente afecta al conductor sino que también afecta a los acompañantes que van dentro del vehículo debemos recordar que según la OMS el consumo de tabaco es el responsable del 90% de las mortalidad por cáncer de pulmón y que en España representa el 16% de las muertes en mayores de 35 años.
No debemos olvidar que en muchas ocasiones los pasajeros que nos acompañan en nuestros trayectos son niños, nuestros propios hijos y según la Asociación Española de Pediatría nos recuerda que las partículas de humo son más pesadas que el aire por lo que se quedan aproximadamente a un metro del suelo o en la zona más baja del habitáculo del vehículo por lo que exponemos a nuestros hijos a ser fumadores pasivos. Recordando el dato que nos remite la Organización Mundial de la Salud ( OMS) que indica que hasta un 30% de las muertes por tabaquismo pasivo afecta a menores.
Indicar por último que esta medida en otros países como Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda, Francia, Grecia, Chipre o Austria esta acción está prohibida. Fuera de Europa está prohibido fumar dentro del coche y delante de niños en EEUU, Canadá, Sudáfrica o Australia, por lo que debemos hacer una reflexión independientemente de la sanción y es que si ¿estamos dispuestos a mirar por nuestra salud y la de los nuestros?