La Dirección General de Tráfico (DGT) se ha fijado en Barcelona Pontevedra, Sevilla y Valencia como modelos para elaborar su nuevo código de circulación. La capital de las Rías Baixas ha sido una de las cuatro ciudades españolas con las que la DGT ya ha iniciado una serie de reuniones para incorporar medidas a su futuro reglamento.
La peatonalización, los ‘lombos’ o los aparcamientos de servicios son los principales puntos de interés estatal
Un equipo del organismo dependiente del Ministerio del Interior, encabezado por el jefe de la Unidad de Ordenación Normativa de la DGT, Javier Villalba, y la por la responsable provincial de Tráfico, Paula Yubero, mantuvo esta semana un encuentro con el Concello con el objetivo de conocer su ordenanza de movilidad, que reforzará la prioridad peatonal en la ciudad. En él también participaron el concejal de Mobilidade Xeral e Infraestruturas, Cesáreo Mosquera, y los directores xerais de Urbanismo, Xosé Manuel Tato, y Protección Cidadá, Daniel Macenlle.
La DGT considera que la actual regulación estatal sobre circulación urbana está «obsoleta y escasa». Los intentos por modificarla han caído en saco roto. Ni los de 2014, cuando se planteó una modificación parcial sobre el tránsito de bicicletas por las ciudades, ni los de los años 2017 y 2018, cuando se trabajó en un nuevo proyecto de ley, salieron adelante.
La reunión con responsables municipales sirvió para constatar los intereses de la Dirección General de Tráfico. Entre ellos figuran el sistema que Pontevedra ha impulsado para priorizar la movilidad peatonal, los sistemas de reducción de velocidad (como los ‘lombos’) y las nuevas fórmulas de aparcamiento por tiempo limitado, que en la capital provincial se llaman zona de servicios y establecen un máximo de 15 minutos para estacionar. Con esta última alternativa de aparcar, la DGT busca superar la vieja fórmula de las zonas de carga y descarga.
El modelo de Pontevedra no es una novedad para el organismo estatal, que dirige Pere Navarro. El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, asistió en Madrid a un encuentro con la DGT para analizar el futuro código de circulación. El regidor del BNG acudía al encuentro como presidente de Ciudades que Caminan, una asociación que integra a ciudades que apuestan por reducir el tráfico rodado y que las urbes den espacios más amplios y seguros al peatón.