La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) emitió el martes pasado un informe no vinculante sobre la propuesta de la DGT que quiere obligar a los aspirantes a sacarse el carné a recibir presencialmente ocho horas de clases teóricas. En la resolución, preceptiva, Competencia no cuestiona «la exigencia» de una formación que busque incrementar la sensibilización de los nuevos conductores pero considera «que no se debe reservar esta formación en exclusiva a las autoescuelas ni vincularse temporalmente al examen teórico». Según el organismo, esto favorecería a los centros de formación tradicionales frente a los digitales sin «que exista justificación».
En España no es obligatorio recibir formación presencial para la parte teórica pero sí para la práctica. Sobre ésta, Competencia muestra su disconformidad con otra modificación de un proyecto de Real Decreto que se quedó en suspenso por la falta de Gobierno. Se trata de la exigencia de hacer cinco prácticas tras suspender el examen y antes de presentarse por segunda vez: «Esto genera una carga sobre los alumnos. (…) De hecho, el proyecto no justifica que haya una relación entre el suspenso en el práctico y haber tenido una formación insuficiente».
DGT: ¿Cómo se va a concienciar si no es de modo presencial?
Las ocho horas teóricas serían de sensibilización y concienciación sobre materias como el consumo del alcohol y drogas al volante, la velocidad o las distracciones, entre ellas el uso del móvil. «No cejaremos en nuestro empeño de seguir adelante con la formación presencial obligatoria. En el 80% de los países europeos se apuesta por este modelo. La concienciación es necesaria y más sabiendo que el factor humano es el más importante en la accidentalidad. Estamos estudiando la resolución para ver qué pasos podemos seguir», indica la DGT sobre un informe no vinculante a la vez que interroga a la CNMC: «¿Cómo se va a concienciar si no es de modo presencial?».
En este mismo sentido se pronuncia José Miguel Báez, presidente de CNAE, la patronal de las autoescuelas, quien argumenta que la CNMC apuesta con su resolución por un modelo como el que rige en EEUU, donde no es obligatoria la asistencia presencial» a diferencia de lo que ocurre en países de nuestro entorno como Alemania, donde el este tipo de aprendizaje es obligatorio».
Modelo alemán vs modelo estadounidense
Según Báez, «son dos países con excelentes carreteras y vehículos, pero en Alemania hay 40 muertos por millón de habitantes y en EEUU hay 140. Una de claves está en la formación». Esta postura se enfrenta a la de la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD). Celebra el informe de Competencia, al igual que Automovilistas Europeos Asociados, que considera que los medios presenciales están «superados». «Alemania tiene una tasa de siniestralidad peor que la española y su modelo se reguló en los ’60, cuando sólo existía una forma de enseñar. No estamos en contra de la sensibilización, que se puede conseguir igual o mejor con las nuevas tecnologías. Permiten una mayor supervisión de los contenidos y los hacen más accesibles y económicos para los alumnos«, defiende Miguel González-Gallarza, portavoz de la PAD, quien argumenta que Competencia «ha visto que se quería terminar con la coexistencia de modelos (presencial y online)».
«Estamos abiertos a negociar con la DGT», indica, pero Tráfico se muestra firme en la defensa de «una propuesta ratificada por el Consejo Superior de Tráfico y apoyada por las asociaciones de víctimas», que, según Báez, le han traslado «su preocupación». «No se puede hacer un informe económico cuando se trata de muertos en accidentes de tráfico», concluye el presidente de la entidad, que, al igual que la DGT, seguirá «defendiendo» la formación presencial obligatoria: «Cuando salió el carné por puntos, muchos estaban también en nuestra contra. Por cada muerte que evitemos habrá valido la pena».