La Semana de la Seguridad Vial (Vial Week) de Madrid se ha puesto en marcha con una jornada de debate sobre los efectos del consumo de fármacos en la conducción, que ha tenido lugar en la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El acto ha terminado con la puesta en marcha de talleres prácticos de concienciación, para los que se han usado el simulador de vuelco de Fundación CNAE y las gafas que reproducen los efectos del alcohol, el cannabis y el cansancio.

La jornada ha contado con la presencia de expertos en la materia, como Beatriz de las Heras, catedrática de la Facultad de Farmacia de la UCM; Roberto Ramos, director de Formación de Fundación CNAE y Francisco Javier Muriel, Sargento Primero de la Guardia Civil.

El acto fue inaugurado por Irene Iglesias, decana de la Facultad de Farmacia; María José Aparicio, subdirectora general de Formación y Educación Vial de la DGT y el presidente de CNAE y Fundación CNAE, Enrique Lorca.

Irene Iglesias ha agradecido la puesta en marcha, por parte de Fundación CNAE, de la Vial Week, dada la importancia de concienciar a la ciudadanía para evitar los accidentes de tráfico.

Enrique Lorca ha señalado que «la normativa prohíbe circular habiendo ingerido medicamentos que puedan alterar o poner en peligro la conducción, pero es un tema que no ha tenido mucha repercusión en la sociedad y hace falta abordarlo seriamente porque gran parte de las personas implicadas en siniestros viales han ingerido medicamentos sin ser conscientes de los efectos secundarios».

María José Aparicio ha agradecido a la Fundación CNAE la iniciativa «que llega en un momento en el que se está abordando la nueva estrategia de seguridad vial para los próximos 10 años; seguro que de aquí salen ideas y motivación para el futuro».

Para Aparicio, «los fármacos son buenos, curan patologías, pero quizá hayamos fallado en la concienciación y sensibilización sobre determinados efectos secudarios que no tenemos en cuenta y que requieren determinadas precauciones. Jornadas de este tipo nos ayudan a meditar, analizar y tomar nuevas medidas».

En su ponencia “Efecto de los medicamentos en la conducción de vehículos”,  Beatriz de las Heras, ha llamado la atención sobre el hecho de que existen enfermedades que ya entrañan un riesgo a la hora de conducir, por ejemplo las que conllevan pérdida de conciencia o las enfermedades mentales graves. «Hay que hablar al paciente sobre los riesgos de conducir durante el tratamiento y animarle a que revise el prospecto del medicamento».

Por otro lado, «hay un gran número de pacientes (sobre todo mayores de 65 años) que están polimedicados y pueden tener un riesgo mayor a la hora de ponerse al volante y sobre todo no se debe olvidar la interacción de los medicamentos con el alcohol», ha añadido.

La decana ha insistido en que los fármacos que afectan más a la conducción son los neurológicos, (aquellos que producen somnolencia, estados de confusión, desorientación, etc), los psiquiátricos, los oculares y los auditivos. Ha llamado la atención sobre el hecho de que existen medicamentos que tomamos frecuentemente, en procesos alérgicos, que aunque se adquieren sin receta (antihistamínicos) pueden ocasionar reacciones. «El proceso alérgico en sí ya dificulta la conducción y a esto se añaden los efectos de los medicamentos encargados de combatirlo. Y no digamos si, además, se combinan con bebidas alcohólicas, que refuerzan el efecto sedante del fármaco. La persona que está tratándose debe conocer todo esto».

Roberto Ramos se ha centrado en el conocimiento de los fármacos que tienen los profesores de formación vial. Ramos ha señalado que «los medicamentos en sí no son malos, pero debemos ser conscientes de que los hemos tomado y del riesgo que pueden suponer. Para ello es necesario formación e información. Hay que mirar el pictograma del medicamento, incluso si somos peatones. Y, sobre todo, hay que evitar automedicarse».

«En el manual para la obtención del permiso B, existen contenidos sobre los efectos de los fármacos en la conducción, que hay que tener claros para superar la prueba teórica. No solamente hay que memorizar, sino entender lo que hay detrás», ha explicado.

De los controles preventivos de drogas ha hablado Francisco Javier Muriel Cotrina, sargento primero de la Guardia Civil, explicando cómo son las pruebas de detección de drogas en el ámbito de la seguridad vial e incluso haciendo una durante la jornada.

Muriel ha insistido en que «cualquier usuario de la vía que esté en disposición de interactuar con el resto, si no va en las condiciones adecuadas, es un peligro. Lo son el peatón que ha bebido, el conductor de una bicicleta que lleva unos auriculares y se ha drogado, etc. Cuando nos encontramos en un control con personas en ese estado, alegan ignorancia. ¿Cuál es el problema? Que los que tienen reciente su paso por las autoescuelas están formados, pero los que no han ido a la autoescuela, usan la vía pública y beben alcohol y conducen (bicicletas o VMP) son un peligro para ellos y para el resto de los usuarios», ha añadido.

Javier Llamazares, presidente de Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial), ha sido el encargado de clausurar el acto, animando a aquellos que deseen más información a consultar el estudio «Medicamentos y Conducción», de Fesvial.

 

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