- Las clases presenciales de concienciación y sensibilización, son una de las medidas preventivas más eficaces para que los futuros conductores eviten los riesgos viales.
- El Proyecto de Ley por el que se modifica el texto refundido sobre la Ley Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, continúa el trámite legislativo en el Senado.
- Este cambio en la Ley de Seguridad Vial se produce en el contexto de un nuevo Decenio de Acción para la Seguridad Vial, promovido por la resolución 74/299 de Naciones Unidas para 2021-2030, cuya finalidad es reducir a la mitad el número de víctimas de siniestros viales, objetivo con el que se ha comprometido el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. La formación es una de las mejores estrategias para conseguirlo.
- Ahora sería un buen momento para armonizarnos con el resto de los países europeos”, aunque se esté pendiente de la modificación de la Directiva Europea 2006/126/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre el permiso de conducción, ya que, desconocemos cuando se aprobará la misma y se contemplará los cursos de sensibilización.
- “Fracasaremos si sólo se realizan mejores infraestructuras, mejores vehículos, implementación de sistemas tecnológicos, dejando a la persona al margen de todo.
- “Si mi hijo hubiera realizado un curso de concienciación y sensibilización quizá ahora estaría vivo. Mi objetivo desde entonces es que esto no le ocurra a otros”. Fernando Muñoz. (STOP ACCIDENTES)
- Hace 30 años, nadie creía que con educación vial e intervenciones sensibilizadoras presenciales se podrían reducir las cifras de siniestralidad.
- 15 millones de conductores españoles, un 55 % del censo, han confesado haber reincidido en alguna infracción grave o muy grave en dos, tres o más ocasiones en 2018.
- Uno de cada tres delitos que se cometen en España es contra la Seguridad Vial. En 2018 se dictaron más de 89.000 condenas de este tipo, el 63% por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Desde la Plataforma Seguridad Vial 2021-2030 se insiste en la importancia de la sensibilización de los conductores frente a los riesgos viales, por lo que es urgente modificar la Disposición adicional tercera. Cursos e concienciación y sensibilización que actualmente afirma: “Los cursos de concienciación y sensibilización que se pudieran establecer podrán impartirse también on line siempre que se asegure la interacción. El contenido de los mismos se determinará de forma reglamentaria, previa consulta con las asociaciones de víctimas.”, por la siguiente: “La obtención del permiso de conducir incluirá cursos de concienciación y sensibilización, los cuales, podrán impartirse también on line siempre que se asegure la interacción síncrona en aula virtual. El contenido de los mismos se determinará de forma reglamentaria, previa consulta con las asociaciones de víctimas y entidades expertas en seguridad vial», en la Ley de Tráfico que se está tramitando estos días en el Senado.
Si bien en esta disposición, no aparece en la redacción la palabra «obligatoriedad» ni que su realización será antes de la obtención del permiso de conducir», entendemos que así es como lo entienden sus Señorías y que será en el Reglamento donde se reflejará el número de horas, contenido, metodología, control de asistencia, etc.
Esta solicitud de contenidos sensibilizadores, presenciales y obligatorios, para lograr una mayor sensibilización de los conductores, viene recomendada, entre otros muchos documentos, por el “Study on driver training, testing and medical fitness (2017)”, encargado por la Unión Europea para implementar la Directiva 2006/126/CU, y se aplica en la mayoría de los países europeos.
“La mayor causa de los siniestros de tráfico son los fallos y errores humanos. Si no somos capaces de formar y concienciar a los conductores de los riesgos viales, la Ley de Seguridad Vial fracasará” ha afirmado el Dr. Luis Montoro, Catedrático de Seguridad Vial y uno de los mayores expertos y referentes en la materia. “Y para conseguirlo, la formación presencial, con relación e interacción directa entre alumno y profesor es fundamental”.
“Tenemos por delante el próximo decenio de Acción marcado por Naciones Unidas para 2021-2030, que está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y su principal objetivo es reducir a la mitad el número de personas que fallecen o resultan heridas graves por un siniestro vial” señala Javier Llamazares, director general de FESVIAL y cofundador de Seguridad Vial 2021-2030.
José Ignacio Lijarcio, desde la Universitat de València, afirma que “si analizamos el sistema de formación para la obtención del permiso de conducir en 31 países europeos que fue objeto de un estudio realizado en 2018 desde el INTRAS – Instituto de Tráfico y Seguridad Vial-, el 80% disponen de formación teórica obligatoria de manera presencial, incluyendo contenidos sensibilizadores, ahora sería una buena oportunidad para armonizarnos con el resto de los países europeos, aunque en este momento estemos pendientes de la modificación de la Directiva Europea 2006/126/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, sobre el permiso de conducción, ya que, desconocemos cuando se aprobará la misma y se contemplará los cursos de sensibilización…, debemos ir por delante, como hacen nuestros vecinos”.
“Fracasaremos si sólo se realizan mejores infraestructuras, mejores vehículos, implementación de sistemas tecnológicos, dejando a la persona al margen de todo y solamente exigiéndole que cumpla la norma sin concienciar sobre su importancia. Los conductores siguen siendo la parte más importante en la seguridad vial. Hay que dedicar más tiempo a su formación y adquisición de conductas seguras”, apunta Francisco Santolaya, presidente del Consejo General de la Psicología de España.
Las recomendaciones sobre la formación sensibilizadora por la que se aboga desde la Comisión Europea y otros muchos organismos o investigadores expertos en el tema, viene determinada por algunos datos preocupantes relacionados con las cifras de siniestralidad, el compromiso con el Decenio de Acción de la Seguridad Vial y los comportamientos peligrosos, especialmente de los conductores reincidentes en sus infracciones y delitos, sobre los que se ha tratado de actuar.
Medida preventiva orientada a concienciar y sensibilizar sobre los riesgos viales
Esta semana decisiva para el futuro de la Ley de Seguridad Vial, finaliza con el Día Mundial del Recuerdo a las Víctimas del Tráfico que cada año se conmemora el tercer domingo de noviembre desde que así lo declaró Naciones Unidas.
Fernando Muñoz, de Stop Accidentes, asociación de víctimas del tráfico con más de dos décadas realizando una importante labor social, es claro sobre la necesidad de concienciar y sensibilizar de un modo presencial a los conductores cuando se preparan para obtener el carnet de conducir. “Si mi hijo hubiera realizado un curso de este tipo quizá ahora estaría vivo. Mi objetivo desde entonces es que esto no le ocurra a otros por falta de formación y concienciación”, subraya Fernando Muñoz.
“Nos sentimos orgullosos de la labor educativa y de sensibilización que hace Stop Accidentes con los conductores que tienen que recuperar los puntos perdidos, que son reincidentes, o se encuentran cumpliendo prisión. Pero hubiera sido mejor, y los mismos infractores nos lo dicen, que estás charlas, sesiones talleres, se hubiesen hecho cuando estaban en la autoescuela. Posiblemente, afirman, el daño que hemos hecho se podía haberse evitado”, apunta Fernando Muñoz.
La solución de la pandemia de las víctimas del tráfico es tarea de todos
Mar Cogollos, directora de AESLEME y cofundadora de Seguridad Vial 2021-2030, entidad que viene trabajando en educación y sensibilización de conductores desde la década de los 90 del siglo pasado, una época en la que morían más de 9.000 personas cada año por siniestros viales, apunta que “pocos eran los que creían que con intervenciones educativas y formativas se podrían reducir las cifras de siniestralidad de una manera tan contundente”.
Durante este tiempo, recuerda Mar Cogollos, “más de cinco millones de personas, de todas las edades han pasados por las manos de los lesionados asociados a AESLEME, en cursos presenciales al objeto de trabajar los riesgos viales y reducir la siniestralidad. En la actualidad las cifras han mejorado mucho gracias a las labores sensibilizadoras de las asociaciones de víctimas como de las policías locales y todas aquellas personas que diariamente trabajan en ello”.
“La movilidad tiene que seguir siendo segura, además de sostenible, eficiente, eléctrica, conectada… Estamos volcados en trabajar para salvar el planeta, como hemos visto en la reciente Cumbre de Glasgow y nos estamos olvidando de proteger a las personas en su movilidad para disfrutarlo” concluye Mar Cogollos.
Desde Seguridad Vial 2021-2030 se insiste en que estos módulos presenciales y obligatorios de concienciación y sensibilización, serían una gran medida preventiva y paliativa a la vista de los preocupantes datos de conductores reincidentes.
Según el estudio realizado en 2018 por Línea Directa en colaboración con FESVIAL sobre los conductores reincidentes que pierden puntos, en España 15 millones de conductores han confesado haber reincidido en alguna infracción grave o muy grave en dos, tres o más ocasiones en un mismo año.
Estos 15 millones de conductores, que representan el 55% del censo de conductores españoles, es una cifra claramente más elevada que los 570.600 sancionados en los últimos 10 años (2009-2019) y los 45.000 conductores reincidentes detectados e identificados por la Dirección General de Tráfico que circulan cada año en las carreteras españolas.
Perfil de conductor reincidente en España
El perfil del reincidente vial es el siguiente: hombre, de mediana edad, con más de 10 años de carné y mayoritariamente sancionado por exceso de velocidad.
Uno de cada tres delitos que se comete en España es contra la Seguridad Vial. En 2018, por ejemplo, se dictaron más de 89.000 condenas de este tipo, el 63% por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas.
De los 15 millones de reincidentes, 12 millones (43%) afirman conducir habitualmente por encima de los límites de velocidad; 7 millones (26%) no respetar la distancia de seguridad; 3,7 millones (14%) conducir hablando por el móvil, y 2,8 millones (10%) hacerlo bajo la influencia del alcohol. Sin embargo, solo el 22% de ellos reconoce haber sido sancionados alguna vez.
Cerca de 220.000 conductores (0,8%) admiten circular por autovía a 200 km/h o más y 245.000 (0,9%) que lo hacen en zona urbana a una velocidad de 110 km/h o incluso por encima. Un total de 355.000 personas (1,3%) reconocen que en el último año han conducido bajo los efectos de un consumo elevado de alcohol, drogas o ambas cosas y 328.000 (1,2%) sin haberse sacado siquiera el carné.
2021-2030: década crítica para mejorar la seguridad vial.
La Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamado la década actual como la Segunda Década de Acción para la Seguridad Vial, buscando prevenir el 50% de las muertes y traumatismos causados por el tránsito entre 2021 y 2030.
A lo largo de esta declaración se destaca la importancia de la formación de conductores y solicita a los Estados miembros que desarrollen e implementen leyes y políticas integrales sobre motocicletas, incluida la capacitación y la concesión de licencias de conducir, pero también que mejoren las normas reconocidas, las cuestiones de certificación y licencias de todos los conductores, así como que fomenten medidas para promover el conocimiento y la conciencia de la seguridad vial entre los población. Para ello, se necesitan más y mejores campañas de educación, formación y publicidad (especialmente entre los jóvenes) para difundir las buenas prácticas de seguridad vial en la comunidad.
A partir de septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, compuesta por 17 Objetivos. Dos de ellos se refieren explícitamente a la seguridad vial; “3.6. Reducción de víctimas mortales en carretera” y “11.2. Seguridad vial urbana: acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos…”. Esta agenda requiere acciones más concretas en todas las naciones y los programas de capacitación para conductores son parte de estas soluciones tan necesarias”.
“No olvidemos lo que dice la Organización Mundial de la Salud: el accidente no es accidental y por ello es evitable, como otros muchos problemas de salud. Los cursos de concienciación y sensibilización y la mejora de la formación son, según todas las investigaciones, la mejor vacuna para frenar la siniestralidad vial”, indica Luis Montoro, Catedrático de Seguridad Vial.