El aumento de evaluadores en las jefaturas catalanas acaba con las largas listas de espera
La DGT se compromete a aumentar todavía más los funcionarios destinados a Catalunya
La Dirección General de Tráfico (DGT) y las casi 800 autoescuelas catalanas han entrado en una especie de tregua después de que estas se hubiesen movilizado por las largas listas de espera en la realización de los exámenes oficiales de circulación. El incremento de examinadores y el cambio del sistema de cupos de aspirantes han desencallado la situación. Un claro ejemplo: de los tres meses que tenían que esperar los candidatos a conductor de las comarcas de Lleida se ha pasado a menos de 20 días. En Barcelona y Girona, los aspirantes son examinados ahora en ocho días.
La solución del conflicto se ha anunciado esta misma semana en una reunión a la que han asistido el subdelegado del Gobierno en Barcelona, Carlos Prieto; el jefe provincial de la DGT en Barcelona, Adrià Puigpelat; el presidente de la Federació d’Autoescoles de Catalunya, Raúl Viladrich, y la presidenta de la Federació d’Autoescoles de Barcelona, Teresa Coll. Tras este encuentro, la Delegación del Gobierno ha informado de que «gracias al plan de choque iniciado en junio y julio la situación se ha normalizado y ahora se examinan todas las personas que las autoescuelas solicitan». Sólo en la provincia de Barcelona el pasado julio 19.974 personas se examinaron de circulación.
Nuevo sistema de cupos
Para acabar con las listas de espera, Tráfico ha destinado desde el verano uno de cada tres nuevos examinadores a Cataluña. También ha autorizado la realización de horas extras para examinar por las tardes. Además, de aquí a diciembre se incorporarán siete nuevos examinadores en la provincia de Barcelona, lo que eleva el total a 96, «un máximo histórico», añaden las mismas fuentes. También ha influido la implantación este año del sistema CAPA en las provincias de Barcelona y Girona, que permite ajustar el número de personas a examinar al número de alumnos de cada autoescuela y su índice de aprobados para premiar su eficiencia.
Raúl Viladrich, que se declara satisfecho por las mejoras en la gestión de los exámenes y la eliminación de las listas de espera, sostiene que buena parte de la resolución del conflicto se debe a Antoni Navarro, máximo responsable de la DGT. «Su implicación ha sido determinante ya que siempre ha sido un gran defensor de la formación para mejorar la seguridad viaria. Desde el primer momento nos ha escuchado y ha buscado soluciones», afirma el presidente de la federación catalana de autoescuelas, que representa al 85% del total de academias.
Temporada baja
Sobre el éxito de las medidas aplicadas, Viladrich es prudente. «Esperaremos al año que viene para ver si se cumplen el resto de medidas, como la incorporación de más examinadores», añade. «Ahora, en octubre y noviembre, baja la demanda en las autoescuelas. Es en Navidad y verano cuando más gente acude a sacarse el carnet, entre otras cosas porque muchos son estudiantes y es cuando tienen más tiempo», precisa.