La recomendación generalizada de medir la profundidad legal del dibujo de los neumáticos puede ser un bulo sin fundamento, en el mejor de los casos, cuando no una manipulación intencionada para forzarnos a cambiar los neumáticos antes de que finalicen su vida útil dentro de los parámetros legales y de seguridad. Un claro caso de manipulación de obsolescencia programada.

La profundidad de la escultura de los neumáticos, un elemento esencial en la adherencia, está sujeta a una reglamentación uniforme en todo el mundo desde hace mucho tiempo.

La arquitectura, los componentes y las esculturas de los neumáticos están optimizados para garantizar el contacto con el suelo, evacuando el agua y manteniendo una adherencia máxima. La escultura requiere una profundidad mínima para desempeñar adecuadamente el papel de «drenaje».

Realizar los test de adherencia en superficie mojada, con el nivel mínimo de profundidad de la escultura reglamentario: 1,6 mm y no sólo con neumáticos nuevos daría mayor seguridad a los consumidores. Algunos neumáticos pierden eficacia rápidamente mientras que otros mantienen sus prestaciones en sus diferentes niveles de desgaste, de modo que un neumático con 1,6 mm puede frenar bastante mejor que otro neumático con 3mm. Medir la adherencia en superficie mojada de los neumáticos en estado nuevo no garantiza su rendimiento con el tiempo. Haciéndolo al final de la vida útil sería una manera de garantizar el rendimiento duradero.

¿Has comprobado cuánto mide el borde de una moneda de 1€? Son 3,5mm

El borde de una moneda de un euro mide más de 3mm, el doble de la profundidad mínima legal que es de 1,6mm.  ¿Entonces? ¿Cuál sería la justificación para recomendar su uso para asegurarnos si ya ha llegado el momento de renovar los neumáticos de nuestros vehículos?

¿El consejo del cuñado enterado? ¿Una broma que ha derivado en un bulo muy extendido? O estamos ante una malintencionada orientación hacia la obsolescencia programada de los neumáticos con un fondo puramente económico antes que la seguridad y el medioambiente.

Esta es la principal conclusión de un informe publicado por EY sobre los Impactos económicos y ambientales de la generalización de una retirada prematura de los neumáticos de turismo en la Unión Europea. La obsolescencia programada no es inevitable.

La única conexión que tiene un vehículo con la superficie por la que circula son los neumáticos, una pieza fundamental que brinda seguridad al conductor ante la llegada del mal tiempo o simplemente al cambiar de carril, por lo que su buen cuidado y mantenimiento son esenciales para mantener la seguridad de los que están tanto dentro como fuera del vehículo, pues de ellos dependen también otros elementos como el sensor de presión o el control de tracción.

Sin embargo, los conductores no les prestan la atención que merecen, por lo que su mal estado se ha visto implicado en muchos siniestros de tráfico.

Además del riesgo que supone circular con unos neumáticos desgastados, también podemos ser sancionados si no prestamos atención a su mantenimiento. En concreto, las cuatro características sancionables son el desgaste de los neumáticos y el mal estado con 200 euros de multa por cada neumático, diferencias de modelo en el mismo eje sancionado con 150 euros de multa y la incorrecta homologación, con una multa desde los 90 euros hasta los 120 euros.

Un buena medida es visitar a nuestro taller o distribuidor de neumáticos de confianza, pues ellos comprobarán que han montado correctamente los neumáticos y, si es necesario, pedirán repuestos. En caso de tener dudas sobre su estado, también puedes pedirles consejo y tener una opinión experta sobre el estado de la banda de rodadura y el estado del dibujo, porque, al igual que los laterales, estos no deberían mostrar daños.

No obstante, puedes adoptar una actitud proactiva e incrementar la longevidad de tus neumáticos con el mantenimiento adecuado. Para evitar tener que reemplazar tus neumáticos antes de tiempo, hay que tener en cuenta algunas cosas, como comprobar la presión de los neumáticos de forma regular al menos una vez al mes; comprobar el desgaste del dibujo (1,6 mm es el límite legal); comprobar los neumáticos para identificar cualquier desgaste irregular o daño visible; o tener en cuenta la edad del neumático.

Se recomienda que todos aquellos neumáticos (incluyendo neumáticos de repuesto) fabricados hace más de diez años se inspeccionen por un especialista y en caso necesario deberán sustituirse por otros nuevos.

Seguir esta serie de consejos no solo alargará la vida útil de tus neumáticos , sino que protegerá a los ocupantes del vehículo y a su entorno, además de reducir el consumo de combustible.

«La tecnología actual permite a los fabricantes ofrecer productos seguros y eficaces a lo largo de toda su vida” (Jean Todt)

Según Eric Mugnier, responsable de Sostenibilidad y Transformación en la consultora Ernst & Young, autores de un estudio sobre la obsolescencia programada en los neumáticos y si esta es inevitable, “la economía mundial está cambiando a gran velocidad, con nuevas formas de hacer que deben ser fortalecidas con reglamentaciones que apoyen la innovación y la sostenibilidad. Las empresas necesitan un marco normativo adaptado a las nuevas exigencias del desarrollo: sostenibilidad y apoyo a la innovación. La Unión Europea es un actor importante cuando se trata de desarrollar la legislación del mañana”.

“Esperamos que, con este estudio, contribuyamos a apoyar modos de producción y de consumo sostenibles mediante una economía circular. Los cálculos de impacto, demuestran la necesidad de mantener las normativas existentes y de dar un completo apoyo al rendimiento duradero. Esta reflexión es importante porque muestra como podría ser la globalización virtuosa de mañana, en busca de innovaciones para el medio ambiente y para la mejora del rendimiento de uso al servicio del usuario”.

Jean Todt, Presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, señala en la presentación del informe que “no es el momento de compromisos: los actores de la movilidad deben combinar la seguridad, la eficiencia económica y la protección del medio ambiente en todas las situaciones. El neumático es un caso poco conocido pero, sin embargo, clave para la movilidad: es el único contacto entre el vehículo y la carretera, que proporciona seguridad y desempeña un papel importante en la reducción de las emisiones de CO2. Hoy en día, la tecnología permite a los fabricantes ofrecer productos seguros y eficaces a lo largo de toda su vida”.

“Luchar contra la obsolescencia programada y ofrecer productos con un rendimiento duradero, supone un ahorro de materias primas y de dinero para los consumidores, además de un compromiso con una movilidad más sostenible y segura. Este informe destaca el costo de la inacción en este campo: el apoyo a productos más sostenibles, en una lógica de economía circular, es esencial para el futuro del automóvil”, apunta Jean Todt.

La carretera sería más segura realizando los test a los neumáticos en el límite legal de desgaste…

El informe de Ernst & Young parte de dos premisas básicas para su investigación. O continuar con el fomento de una sustitución temprana de los neumáticos antes del límite legal de los 1,6mm, o Realizar los test a los neumáticos al final de su vida útil para asegurar el rendimiento hasta el límite legal (1.6 mm) y tranquilizar a los automovilistas.

 

Una reglamentación bien establecida

La profundidad de la escultura de los neumáticos está sujeta a una reglamentación uniforme en todo el mundo desde hace mucho tiempo

La profundidad de la escultura de los neumáticos está regulada

La escultura de los neumáticos es un elemento esencial en la adherencia El primer neumático de automóvil nació en 1895 y hoy en día se venden más de mil millones de unidades al año. Elemento clave en la movilidad, es el punto de contacto entre la carretera y el vehículo, y es el único garante de la adherencia en cualquier situación (estado de la carretera, velocidad, conducción en superficie mojada, etc.).

La conducción en superficie mojada presenta un riesgo particular de pérdida de adherencia y por lo tanto del control del vehículo, en función de la velocidad y de las características de los neumáticos. La arquitectura, los componentes y las esculturas de los neumáticos están optimizados para garantizar el contacto con el suelo, evacuando el agua y manteniendo una adherencia máxima. La escultura requiere una profundidad mínima para desempeñar adecuadamente el papel de «drenaje». Por ello muchos estados han adoptado normas que obligan a los vehículos en circulación a estar equipados con neumáticos cuya profundidad de escultura sea superior a 1,6mm.

¿A quien favorece un cambio prematuro de neumáticos?

En la práctica, algunos actores del sector fomentan que los automovilistas europeos cambien sus neumáticos antes del límite legal

Los conductores no tienen toda la información necesaria Al no tener garantía del rendimiento de los neumáticos a lo largo su vida, los conductores se enfrentan a dos opciones insatisfactorias: esperar hasta que la profundidad del dibujo de sus neumático alcance 1,6 mm con el riesgo de que su rendimiento no sea satisfactorio o cambiarlos de forma preventiva antes de 1,6 mm, con el riesgo de gastar más y generar impactos ambientales significativos.

Esto permite a algunos actores del mercado de los neumáticos fomentar la sustitución prematura De hecho, algunos actores del sector (fabricantes, distribuidores y asociaciones profesionales) animan a los automovilistas a reemplazar sus neumáticos a los 3 mm, antes del límite legal.

En la Unión Europea, la mitad de los neumáticos se cambian con 3mm

Un estudio publicado en 2014 en la revista “Tire Science and Technology” revela que las profundidades media y mediana de desgaste de los neumáticos en los vertederos de Europa son 3,1 y 3 mm respectivamente (*2)

Extrapolando los resultados de este estudio a todos los vertederos europeos, esto significa que un neumático desmontado de cada dos en la Unión Europea tiene une profundidad de escultura superior a los 3mm. Es decir un 50%, la mitad de los cambios se estaría realizando antes de tiempo, penalizando seriamente el bolsillo de los consumidores

Los estudios sobre accidentología no son concluyentes para apoyar un cambio en la normativa de 1,6 a 3mm

Esta práctica puede ser contraproducente para reducir accidentes La perspectiva de una sustitución más frecuente de los neumáticos probablemente va a alentar a los automovilistas que compraban neumáticos de calidad – rendimiento duradero – a elegir neumáticos más baratos, de baja calidad, con rendimientos que se degradan más rápidamente. Un neumático de inferior calidad con 3 mm de escultura pueden tener una distancia de frenada en mojado superior a un neumático de calidad con 1,6 mm.

La distancia de frenada de los vehículos empeoraría.

Los resultados de la accidentología no han establecido una relación entre el aumento la profundidad de la escultura y una evolución del número de accidentes2. Además, los análisis basados en correlaciones estadísticas entre los cambios en la profundidad del dibujo y los accidentes no recomiendan un cambio en la normativa 1,6-3 mm ya que los beneficios hipotéticos estarían más que compensados por los costes. El análisis coste / beneficio privilegia las campañas de concienciación sobre la Reglamentación existente (ibid).

«Los datos sobre los accidentes no muestran ninguna mejora en la reducción del número de accidentes con el aumento de la profundidad mínima de la escultura [...] Los resultados del estudio sugieren que el límite de 1,6 mm puede ser el nivel apropiado para basar las leyes nacionales de los Estados miembros.» » Informe TNO para la Comisión Europea, Study on Some Safety[1]Related Aspects of Tyre Use, 2014

«En caso de aumento de la profundidad mínima de la banda de rodadura, los neumáticos deberán cambiarse más a menudo. El aumento de los costos puede llevar a los propietarios de vehículos a no invertir en neumáticos de buena calidad por razones presupuestarias. Si se eligen neumáticos con menor rendimiento debido al coste, esto tendrá un impacto negativo en la conducción y la seguridad vial.» Extracto de la nota del Prof. Dr. Lars Hannawald, VUFO, newsletter del 16 de febrero 2017, traducido del alemán. VUFO es el Instituto de Investigación de accidentes de tráfico, especializado en accidentes de tráfico desde hace más de 13 años

Daños medioambientales significativos

El impacto del cambio generalizado de los neumáticos para turismos antes del límite legal en la UE sería significativo desde el punto de vista medioambiental

El cambio de los neumáticos a 3mm en lugar de 1,6 tendría un impacto ambiental significativo que iría a contra-corriente de la conciencia colectiva que responde por un lado a la urgencia de la situación global del clima, y por otro al agotamiento de recursos no renovables.

El impacto ambiental asociado sería de dos tipos:

  • Impacto directo (relacionado con la producción de neumáticos): agotamiento de recursos no renovables, explotación de los recursos renovables, producción de residuos y emisiones de gases de efecto invernadero
  • Impactos indirectos (relacionados con el consumo de combustible del vehículo): emisiones de gases de efecto invernadero

Los siguientes resultados se basan en una comparación entre el cambio generalizado a 1,6 mm y el cambio generalizado a 3 mm en el parque automovilístico europeo en un año

 

Costes adicionales significativos para la sociedad

El costo adicional total ascendería a 636 millones de € al año La monetización permite – a través de técnicas de economía  establecer el costo de ciertos factores externos negativos incurridos durante todo el ciclo de vida del neumático. La monetización de los impactos ambientales directos e indirectos pone de manifiesto un costo adicional para la sociedad en general de 636 millones de € al año.

El costo adicional equivale a más del doble del presupuesto anual del programa europeo para el medio ambiente y el clima (el programa LIFE+ tiene un presupuesto anual de 300 millones de €).

Este presupuesto representa una de las principales herramientas de la acción política europea para mejorar la gestión del medio ambiente y para la protección y restauración de la biodiversidad.

Gracias a de este presupuesto anual de 300 millones de €, el programa LIFE +, por ejemplo, apoya un conjunto de acciones a favor de una mejor información para los ciudadanos europeos para apoyar el desarrollo sostenible.

Las Administraciones de los Estados miembros, las autoridades locales, universidades, organizaciones no gubernamentales, asociaciones y organizaciones internacionales trabajan en estrecha coordinación en este programa. Es importante señalar que estos cálculos son conservadores en la medida en que sólo se han considerado una parte de los factores externos negativos.

Finalmente, un efecto secundario de un cambio generalizado a los 3 mm favorecería la compra de neumáticos más baratos y de menor rendimiento en su mayoría producidos fuera de la UE, degradando así:

  • La balanza comercial de la Unión Europea
  • La competitividad de la industria europea del neumático basada principalmente en la venta de neumáticos de alto rendimiento duradero
  • El aumento de la dependencia de la UE en las importaciones de productos terminados

Cada año, la factura sería equivalente a 800 millones de € para los automovilistas de la UE debido al aumento del consumo de combustible (debido a un desgaste menor de los neumáticos y el consecuente aumento de la resistencia a la rodadura media) y a 6,1 millones de € por los costes adicionales de compra de neumáticos más frecuentemente, equivalente al coste de construcción de 100 km de autopistas con cruces y puentes.

Poder de compra de los automovilistas reducido

La factura aumentaría en 6,9 mil millones de € para los automovilistas. Más allá del impacto económico de la UE en general, el cambio de neumáticos con 3mm también se traduciría en un aumento del presupuesto de los hogares. Esto equivaldría a comprar dos neumáticos nuevos adicionales por vehículo cada cinco años. En otras palabras, esto equivaldría a un presupuesto de neumáticos de hasta 40% más importante para la misma distancia y el mismo tipo de neumáticos. El cambio prematuro ocasiona una compra más frecuente para el mismo uso.

Luchar contra la obsolescencia, actuar a favor de la economía circular

La lucha contra la obsolescencia programada de los neumáticos forma parte de la evolución de la movilidad hacia una economía circular basada en la funcionalidad La obsolescencia programada es un elemento clave de la cultura del residuo que empuja a los consumidores a sustituir sus productos por otros nuevos, cuando aún son funcionales.

En contraste con este modelo, la economía circular postula «El aumento de la duración del ciclo de vida del producto» (que está incluido en el código del medio ambiente en Francia) e incorpora el principio de que «los productos y materias conserven su valor el máximo tiempo posible.» En diciembre de 2015, la Comisión Europea aprobó el paquete de economía circular que tiene como objetivo hacer que en la economía europea se utilicen los recursos del modo más sostenible.

Aplicado a los neumáticos, este concepto se traduce en la utilización en la fase de diseño de tecnologías que permitan altos niveles de rendimiento a lo largo de toda la vida útil del neumático, hasta el límite legal de desgaste. Gracias a la investigación y desarrollo en el campo de los neumáticos, nuevas tecnologías están disponibles en la actualidad; muchos ejemplos de neumáticos en el mercado así lo demuestran.

Por lo tanto, dado que la tecnología nunca ha estado tan avanzada, la recomendación del cambio prematuro de los neumáticos, antes de que hayan alcanzado su límite definido por la regulación y cuando todavía pueden ser eficaces, se puede comparar a una forma de obsolescencia programada.

Esta práctica también está en contra de las tendencias actuales de apoyar la evolución hacia una economía circular basada en la funcionalidad. Las nuevas tecnologías actualmente en desarrollo y despliegue, junto con el cambio de los modelos de negocio basados en la venta de un servicio más que de un producto, suponen un cambio profundo en el sector de la movilidad: la conducción autónoma, la movilidad compartida, objetos conectados, etc. Estos cambios profundos animan a las empresas a cambiar a modelos de negocio que les permitan mantener la propiedad del bien, vendiendo su uso y, por tanto, tener interés en aumentar el rendimiento en lugar de la frecuencia de renovación.

La obsolescencia programada está considerada en Francia como un delito «I- La obsolescencia programada se define como el conjunto de técnicas diseñadas para reducir deliberadamente la vida útil de un producto y aumentar la tasa de reposición. II- La obsolescencia programada se castiga con dos años de prisión y 300.000 €» Extracto del artículo L.213-4-1 del Código de Consumo en Francia

¿Existen soluciones?

Por supuesto, el informe de EY apunta ciertas recomendaciones contra la obsolescencia programada de los neumáticos. Entre ellas señala que ya que la retirada prematura de los neumáticos con 3 mm favorece a los actores de la economía lineal, basada en la cultura del residuo, pero no a los fabricantes que invierten en investigación e innovación.

Estos últimos desarrollan ofertas de servicios que incluyen el rendimiento duradero como un objetivo, en línea con los desafíos de nuestro tiempo.

Las siguientes medidas favorecerían a estos fabricantes.

  1. Realizar los test de adherencia en superficie mojada, con el nivel mínimo de profundidad de la escultura reglamentario: 1,6 mm (y no sólo con neumáticos nuevos) Algunos neumáticos pierden eficacia rápidamente mientras que otros mantienen sus prestaciones en sus diferentes niveles de desgaste, de modo que un neumático con 1,6 mm puede frenar bastante mejor que otro neumático con 3mm. Medir la adherencia en superficie mojada de los neumáticos en estado nuevo no garantiza su rendimiento con el tiempo. Haciéndolo al final de la vida útil sería una manera de garantizar el rendimiento duradero.
  2. Implementación de la eco-modulación a través de los gestores de la Responsabilidad Extendida del Productor (SIG) En las legislaciones de algunos países, hay sectores que están obligados a establecer un baremo de eco[1]modulación. Por ejemplo, una parte del impuesto pagado en Francia sobre RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) se modula de acuerdo con las características de estos productos. Este incentivo no existe hoy para los neumáticos. Sin embargo, sería una manera de animar a los fabricantes a innovar al servicio de la sostenibilidad y atraer la atención de los consumidores sobre la gestión de los recursos.

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