Conocer el estado de nuestro firme es básico para saber la seguridad que tenemos a la hora de ponernos a los mandos de nuestros vehículos… y no sale demasiado bien parado
Salimos de casa para ir al trabajo. Bajamos por el ascensor hasta el garaje, donde accedemos a nuestro vehículo. Arrancamos y, atascos más, atascos menos, nos dirigimos hasta nuestra oficina para realizar la labor que se nos ha encomendado. Sabemos que tendremos que hacer el mismo viaje de vuelta cuando acabemos la jornada, amén de recoger a los niños en el colegio, llevarlos a actividades extraescolares o hacer la compra, entre otros menesteres. Y todo ellos con un elemento común: nuestra seguridad no solo dependerá de nuestro vehículo, sino también del estado de las carreteras.
Desde hace varias décadas, varias organizaciones, entre ellas principalmente la Dirección General de Tráfico (DGT), se encargan de analizar el número de fallecidos en circulación y los motivos de los accidentes, pero en ocasiones no se pone demasiado el foco en el estado del pavimento. Por esa razón, la Asociación Española de la Carretera (AEC), realiza cada dos años un informe con el que trata de auditar cómo se encuentran las carreteras y qué es necesario mejorar para incrementar nuestra seguridad, con un mal resultado en 2020: es el pavimento en peor estado de las últimas dos décadas.
Según el informe presentado por AEC, 1 de cada 10 kilómetros estudiados presenta una situación muy deficiente. En esta ocasión, se han auditado un total de 100.000 kilómetros de carreteras, tanto pertenecientes a la Red de Carreteras del Estado como aquellas que gestionan las comunidades autónomas o las diputaciones forales. Del total estudiado, AEC asegura que un total de 10.000 de esos kilómetros presentan deterioros considerados como graves en más del 50% de la superficie del firme, lo que supone una importante problemática para el conductor.
Para realizar este análisis, se utiliza la siguiente puntuación: de 400 a 300, se considera que la carretera tiene un estado bueno; de 300 a 200, aceptable; de200 a 100, deficiente; y de 100 a 0, muy deficiente. Así, mientras que las carreteras estatales han empeorado nueve puntos con respecto al anterior baremo –de 152 a 141-, las autonómicas y forales solo lo han hecho cuatro puntos –de 131 a 127-, si bien es cierto que en ambos casos la puntuación se encuentra por debajo de lo considerado como aceptable.
Pero, ¿en qué parte de nuestro país se encuentran las mejores y las peores carreteras? Pues según el estudio de AEC, las mejores carreteras se encuentran en Extremadura (182), País Vasco (178) y Comunidad Valenciana(164). Por su parte, Madrid, en cuarta posición, tiene 142 puntos, por encima de la media nacional, situada en 131, mientras que Cataluña se encuentra por debajo de esta puntuación, en novena posición, con 126 puntos. Las peores carreteras, según esta auditoria, se encuentran en Asturias (99), La Rioja (93) y Aragón (93).
Curiosamente -o precisamente debido a ello-, a pesar del suspenso Asturias y La Rioja son las únicas CCAA que mejoran el estado de sus carreteras con respecto al anterior informe. Los datos obtenidos en esta auditoría sugieren que la Red del Estado, de unos 25.000 kilómetros de longitud, necesita unos 2.224 millones de euros para arreglar sus desperfectos, mientras que las redes autonómicas y forales, con unos 75.000 kilómetros, precisarían de 4.784 millones, aproximadamente.
Otros elementos a tener en cuenta
Pero AEC no solo estudia el estado del pavimento, sino que también tiene en cuenta otro tipo de elementos fundamentales para el buen estado de nuestras vías como son la señalización, la seguridad y el balizamiento de las carreteras, con puntuaciones que varían de 0 a 10. En este sentido, las notas son bastante mejores que en el caso del firme, aunque en algunos casos se sigue suspendiendo. Es lo que ocurre con los guardarraíles, donde suspenden con una nota de 4,5 para las carreteras de propiedad estatal y de 4,4 para las autonómicas y forales, si bien es cierto que las notas mejoran en dos y en tres décimas, respectivamente, con respecto al anterior informe.
En el caso de las señales, AEC les otorga mejores notas. En el caso de lasindicaciones verticales, las carreteras estatales obtienen un 5 de valoración, mientras que son las autonómicas las que bajan al 4,4. Mejor es el estado de la señalización horizontal, donde las carreteras estatales suben hasta el 6,2 y las autonómicas al 5,1. A pesar de la buena puntuación, el informe señala que habría que cambiar unas 374.000 señales que no se encuentra en estado óptimo, para lo que habría que hacer una inversión total cercana a los 169 millones de euros.
Por último, el mejor resultado de todos corresponde al balizamiento, pues no solo obtiene buenas notas, sino que en algunos casos mejora las del último informe. De esta manera las carreteras de ámbito estatal alcanzan el 7,2 -mejorando en cuatro décimas su anterior puntuación-, mientras que las autonómicas y forales llegan al 6,1 -eso sí, perdiendo 0,6 puntos-. Según AEC, 1 de cada 10 kilómetros presenta una situación muy deficiente: la conservación de nuestras carreteras es más necesaria que nunca.