Las distracciones al volante causan 1 de cada 3 accidentes mortales en España. En la última década, han provocado 238.000 accidentes con víctimas, más de 30.000 heridos graves y 6.200 fallecidos. Aunque el número de accidentes causados por distracciones se ha reducido, su letalidad ha aumentado un 52%. La razón: los conductores no respetan los límites de velocidad, lo que agrava las consecuencias de estos siniestros. De hecho, las sanciones por excesos de velocidad han aumentado un 26% desde la pandemia.

Pese a los logros en seguridad vial, aún falta concienciación: 21 millones de conductores en España (76%) reconocen distraerse cuando conducen y 1,5 millones confiesan hacerlo “casi siempre”.

Según los atestados, la mayoría de los accidentes por distracciones se produce por abstraerse en la conducción (31%), cansancio (29%), mirar el entorno (13%) e interactuar con los pasajeros del vehículo (9%). Sin embargo, los conductores reconocen que lo que más les distrae es el “efecto mirón” con otros accidentes (80%), mirar el paisaje (79%), abstraerse en sus pensamientos (72%), usar el GPS integrado o en el móvil (52%) y leer Whatsapp o mails en el móvil (34%).

La gran preocupación en materia de distracciones es el uso del móvil, pero la dificultad para recogerlo en los atestados limita su peso en las estadísticas. De hecho, más de 13 millones de automovilistas (48%) reconocen usarlo habitualmente mientras conducen, y 600.000 se confiesan “adictos” a manejarlo al volante.

El accidente por distracción suele ser por una colisión por alcance, en carretera y durante el fin de semana. Las rectas largas y los semáforos son los puntos en los que los conductores sufren más descuidos.

¿Quién no ha sentido sueño o cansancio al conducir durante un largo viaje? ¿Quién no se abstraído en sus pensamientos, se ha distraído contemplando el paisaje o ha manipulado el GPS en marcha? Parecen conductas normales, pero no lo son. Al volante, un segundo es tiempo suficiente para que la vida de una persona cambie para siempre.

De hecho, las distracciones conforman, junto al exceso de velocidad y al consumo de alcohol y drogas, el llamado “triángulo de la accidentalidad” en carretera. En 2021, 1 de cada 3 siniestros con fallecidos en España se produjeron por este motivo, alcanzando unas cifras alarmantes en la última década. 238.000 siniestros con víctimas, más de 30.000 heridos graves y 6.200 fallecidos.

Por otra parte, aunque el número de accidentes por distracciones se ha reducido notablemente entre 2012 y 2021, su letalidad ha subido un 52% hasta alcanzar los 2,4 fallecidos por cada 100 víctimas. ¿La razón de este dato? La velocidad, un factor que agrava notablemente las consecuencias de las distracciones. No en vano, desde 2019, las multas por excesos de velocidad se han incrementado un 26%.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio “La vida en un segundo. Distracciones y accidentalidad en las carreteras españolas (2012-2021)”, elaborado por Centro Zaragoza para la Fundación Línea Directa, a partir del análisis de accidentalidad de los datos de la base de datos ARENA de la DGT (2012-2021) y los resultados de 1.700 encuestas realizadas en toda la geografía nacional.

Ir abstraído, principal motivo de descuido al volante

Las distracciones disminuyen el estado de alerta en la conducción e incrementa notablemente el riesgo de sufrir un accidente. Por ejemplo, y según la DGT, el uso del móvil al volante multiplica por 4 el riesgo de sufrir un accidente, y enviar un WhatsApp incrementa ese riesgo por 23. Pero ¿cuáles son las distracciones más habituales en los accidentes de tráfico? Según los datos recogidos por Tráfico en los atestados, el 31% de los siniestros por distracción se produce por la conducción abstraída, seguidas del cansancio (30%), mirar el entorno (13%) e interactuar con los pasajeros del vehículo (10%).

Sin embargo, la gran preocupación en materia de distracciones al volante es el uso del móvil, pero la dificultad para recogerlo en los atestados limita mucho su peso en las estadísticas. Las cifras hablan por sí solas: más de 13 millones de automovilistas (48%) reconocen usarlo habitualmente mientras conducen, y 600.000 se confiesan “adictos”.

Los siniestros por distracción suelen producirse en vías interurbanas (60%), el fin de semana (37%) y por una colisión por alcance (27%). El conductor accidentado suele ser un hombre adulto que se despista, sobre todo, en rectas prolongadas y en los semáforos.

Preguntados por los principales motivos de distracciones independientemente de haber sufrido un accidente o no, los conductores españoles reconocen que suelen caer en el “efecto mirón” de otros accidentes (80%), manipular el GPS integrado o en el móvil en marcha (50%) y leer los mensajes de WhatsApp (35%). Incluso más de un 10% de ellos admite sufrir despistes al volante por grabarse con el móvil e interactuar en RRSS mientras conduce.

Pese a los progresos logrados en seguridad vial, aún queda mucho camino que recorrer en materia de concienciación: 21 millones de conductores españoles (76%) reconocen que se distraen al conducir y 1,5 millones (5,4%) reconocen sufrir estos despistes “casi siempre”.

Las distracciones al volante son comportamientos que conlleva sanciones económicas y retirada de puntos del carné de conducir, según su gravedad. Así, desde hace un año y a raíz de la última reforma de la ley de Tráfico, manejar el móvil durante la conducción conlleva una multa de 200 euros y la retirada de 6 puntos.

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