- Desde 1950 más de 325.000 personas han fallecido en las calles y carreteras españolas.
- Distracciones, velocidad, alcohol y drogas, son las causas que están detrás del 70% de los siniestros viales mortales durante los últimos años.
- Urgen actuaciones en materia de formación, vigilancia, centros de reconocimiento, infraestructuras y renovación del parque de vehículos.
- Los conductores reincidentes con problemas con el alcohol y las drogas deberían ser apartados de la circulación hasta no tener garantías de que están rehabilitados.
- En el 2023 han muerto casi tres veces más motoristas que peatones en las carreteras.
- Es preciso controlar y concienciar de la responsabilidad que representa circular con el vehículo sin la ITV en vigor.
El balance provisional de siniestralidad vial de 2023 facilitado por la Dirección General de Tráfico, indica que se han producido el año pasado 1.145 víctimas mortales y casi 5.000 lesionados que han requerido hospitalización. Estos datos corresponden a las muertes registradas en las primeras 24 horas de ocurrido el siniestro, sólo en las vías interurbanas, a las que habrá que añadir las que, lamentablemente, se produzcan en los 30 días posteriores como consecuencia de las lesiones, además de los fallecidos en vías urbanas.
La valoración de la propia DGT es que se mantiene estable el número de personas fallecidas, “aunque cuando se tengan los datos definitivos la cifra también será muy similar a la de 2022, año en el que murieron en total 1.746 personas. Los datos indican que desde 2013 estamos ante un cierto estancamiento en el número de siniestro con víctimas y ello obliga a reaccionar sin dilación para reducir esta tragedia”, matiza el catedrático de seguridad vial, Luis Montoro.
En Fesvial compartimos las palabras del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska en el sentido de que “los siniestros de tráfico son en su mayoría evitables”, tal como afirma también la Organización Mundial de la Salud. “Para ello la seguridad vial debe de ser un tema prioritario en la agenda política y se deben implementar de manera urgente todo un con junto de actuaciones en relación con los vehículos, el control, las infraestructuras y el factor humano”, puntualiza el Dr. Luis Montoro.
Grupos de riesgo en el tráfico.
“Es preciso abordar de manera urgente el problema de los grupos más vulnerables en el tráfico, como es el caso de los ciclistas, peatones o personas mayores. Es especialmente preocupante el caso de los motoristas. En 2023 aumentaron los muertos en un 19% en este grupo, lo que puede significar que, con datos definitivos, podamos superar los 450 fallecidos, frente a los 401 de 2022. Un incremento insostenible que se viene produciendo desde 2015. Las campañas específicas, el mayor control de los infractores, la mejora de las infraestructuras y especialmente la mayor formación, son los principales ejes sobre los que deben girar las actuaciones con este grupo de riesgo”, señala Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial.
Factores de riesgo.
Para Javier Llamazares, presidente de Fesvial, “un pequeño grupo de factores de riesgo como las distracciones, la velocidad, el alcohol y las drogas, están implicados, directa o indirectamente, en la aproximadamente el 70% de los siniestros de tráfico”.
Para el presidente de Fesvial es “sorprendente también comprobar como últimamente se aprecia un aumento de la lesividad y mortalidad entre quienes todavía no utilizan el cinturón de seguridad, los sistemas de retención infantil o el casco. Todo ello indica que es imprescindible aumentar las actuaciones y medios dedicados para abordar estos graves problemas, tanto en el ámbito de la formación-información como en el control policial de los mismos”.
“Es necesario destacar especialmente como las distracciones de los conductores se han duplicado en las últimas dos décadas, en parte por el uso de dispositivos electrónicos y en especial el teléfono móvil. Este hecho evidencia que es también urgente potenciar las campañas informativas y de concienciación sobre el peligro del uso de estos sistemas mientras se conduce, y endurecer la legislación sancionadora en este tema, en línea de lo que están haciendo algunos países de Europa, Japón o Estados Unidos”.
Renovar el parque de vehículos y fomentar el uso de sistemas ADAS.
El Dr. Montoro apunta que “es preciso realizar acciones para abordar el problema de la grave vejez del parque actual de vehículos. Se están vendiendo el doble de coches usados que nuevos y más piezas de segunda mano que nunca. La media de edad de los vehículos españoles está en 14 años, lo que significa que en caso de accidente el riesgo de fallecer es tres veces mayor, además de consumir más carburante y producir mucha más contaminación. Es imprescindible que se adopten medidas fiscales y de otro tipo que fomenten la renovación de los vehículos, que además sería económicamente restable para el país”. En relación con el factor vehículo el catedrático señala un hecho grave, “históricamente alrededor del 20% de los vehículos no pasan la ITV; en la actualidad ese porcentaje ha subido aproximadamente al 40%”.
Supervisión y control de las infracciones.
Javier Llamazares ve muy necesario “un incremento notable de los medios técnicos y del número de agentes policiales para el control de las infracciones en las vías interurbanas. El número de efectivos en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil es insuficiente, habiendo disminuido a lo largo de los años, lo que hace que el riesgo percibido de ser sancionado por una infracción sea muy bajo. En España el número de radares por cada mil kilómetros es de cuatro, mientras que la media europea está en diez, aunque países como Bélgica o Gran Bretaña que tienen alrededor de 20. Suecia dispone del mismo número de radares que España, pero con 36 millones menos de habitantes y 21 millones menos de conductores”.
Formación Vial.
Dentro de las estrategias preventivas, tienen especial relevancia, eficacia y reconocimiento científico y social, las relacionadas con la formación. En este contexto, el Dr. Luis Montoro destaca que “más del 80% de los países de Europa disponen de un sistema muy completo y programado de formación teórico-práctica obligatoria para las personas que van a obtener un permiso de conducir, siendo nuestro país uno en los que no sucede esta obligatoriedad y tenemos el modelo formativo más anticuado. Este dato contrasta con las encuestas, en las que el 80% de los conductores dicen que la educación-formación es lo más importante para evitar los siniestros. Suecia, uno de los países más seguros del mundo, es precisamente el país donde hay más campañas y horas de educación-formación vial.”
Supervisión y mantenimiento de infraestructuras.
Desde la Fundación Española para la Seguridad Vial se considera que hay diversas actuaciones urgentes también a realizar en las infraestructuras. Entre las más prioritarias destacan:
Prestar especial atención a las carreteras secundarias o convencionales,
- Realizar más auditorías de seguridad,
- Actuar sobre los Tramos de Concentración de Accidentes (TCA),
- Renovar y mejorar la señalización,
- Mayor implantación de las nuevas tecnologías, etc.
Seguridad vial laboral: un grave problema actual y un reto de futuro.
Gran parte de la siniestralidad diaria se produce por desplazamientos laborales. Según datos del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), los siniestros de tráfico laborales mortales están aumentando en los últimos años y vienen a significar alrededor del 30% del total de fallecidos en accidente laboral. Este incremento se debe a factores como la importante movilidad laboral actual, el aumento del comercio electrónico o el hecho de que cada vez se viva más lejos del lugar de trabajo, lo que genera mayor movilidad y más número de transportistas y furgonetas de reparto. “Ante este grave problema es preciso actuar rápido e incentivar y promover la seguridad vial en las empresas, proporcionando más información y herramientas para una cultura preventiva en seguridad vial”, concluye el presidente de FESVIAL, Dr. Javier Llamazares.