La Unión Europea impulsaba la pasada primavera una reforma normativa fundamental para la seguridad vial. Se trata de convertir en obligatorios hasta 15 sistemas de asistencia a la conducción. La norma comunitaria busca que la seguridad vial no se trate como una prestación más, sino como una prioridad por parte de los fabricantes a partir del año 2022. Aunque los beneficios de esto están por demostrarse, los expertos y los estudios no dejan de defender la incorporación de los sistemas ADAS.
Ahora, un nuevo estudio valida de nuevo estas pretensiones en torno a los sistemas de asistencia a la conducción. El trabajo de investigación llega de Estados Unidos con datos que resultan prometedores. En Europa, aunque la regulación no los haga obligatorios hasta el mencionado año 2022, también comienzan a comprobarse algunos resultados.
Una de cada dos colisiones salvadas
El estudio lleva la firma de Consumer Reports, que en Estado Unidos es sinónimo de una gran fiabilidad. El titular principal que muestra es que hasta el 57% de los conductores (lo que correspondería a 72.000 vehículos de la muestra) declararon que al menos un sistema de asistencia a la conducción les habría protegido de sufrir una colisión.
Dada la naturaleza de Consumer Reports, el estudio no se limita a comprobar la efectividad de los sistemas ADAS, sino que además mide el grado de aceptación de los mismos entre los conductores. Esto se puede descubrir controlando qué conductores y en qué momentos desactivan los distintos tipos de asistencias.
Por ejemplo, el asistente de mantenimiento de carril fue la tecnología opcional más desactivada entre los encuestados. Todo teniendo en cuenta que contribuyó a salvar el 31% de los posibles colisiones. En esa misma línea, la investigación indica que los sistemas de alerta de colisión y de frenada automática evitaron el 27% de los colisiones.
Vehículos con sistemas ADAS de serie
En Estados Unido el IIHS (Insurance Institute for Highway Safety) y la NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) apuntan a que los vehículos cuentan, cada vez más, con prestaciones ADAS de serie. En marzo de este año publicaban que la mitad de los vehículos producidos por los 20 principales fabricantes presentaban el sistema de frenada automática. Supone un aumento significativo con respecto al año anterior en el que eran aproximadamente un tercio de los vehículos.
Por desgracia, España no ha mostrado buenas cifras de introducción de los sistemas ADAS hasta la fecha. Según un estudio de Bosch y de Jato Dynamics que se conocía a principios de este año 2019, nuestro país marcha por detrás de la mayoría de países europeos. La frenada automática o autónoma de serie se encuentra presente en el 31% de modelos del mercado. Mientras, Bélgica o Alemania lideran y ya se mueven en torno al 54%.
Según los datos de este último trabajo de investigación, la frenada automática podría evitar un 78% de los atropellos en vías urbanas y un 47% en vías interurbanas. Estamos hablando de una prestación que podría disminuir varias decenas la cifra anual de fallecidos como consecuencia de un siniestro vial.
¿Por qué son tan importantes los sistemas ADAS?
Para entender la naturaleza de estos estudios es preciso entender el papel que están llamados a desempeñar en la seguridad vial los sistemas ADAS. Sus siglas corresponden al inglés Advanced driver assistance systems, o lo que es lo mismo, Sistemas Avanzados de Asistencia al Conductor.
Estas tecnologías están llamadas a mitigar los errores humanos en la conducción, haciendo que la inteligencia del vehículo reaccione de forma más eficaz y rápida ante cualquier incidente en carretera. El potencial de los sistemas ADAS es mayúsculo teniendo en cuenta las últimas estadísticas a nivel continental. Estas nos cuentan que vivimos una situación de estancamiento. El año pasado 25.100 personas perdieron la vida en las carreteras europeas. El 90% de los siniestros que provocaron estos fallecimientos fueron consecuencia de un error humano.
Las tecnologías ADAS contribuirán a reducir en un tiempo récord las cotas de fallecimientos y lesionados graves. Son, además, el preludio de lo que se espera para la conducción autónoma. Aunque esta se encuentre todavía en una fase prematura de desarrollo, es posible adelantar algunas prestaciones en materia de seguridad vial.
Estas permitirán, no solo la reducción de las víctimas en carretera, sino acercarnos al Objetivo Cero. Una meta fundamental marcada en Europa para 2050, pero que puede y debe adelantarse con la aceleración en la introducción de los sistemas ADAS.