- La falta de formación especializada por parte del profesorado, escasez de recursos y materiales pedagógicos y educativos, junto con la descoordinación por parte de los agentes implicados, comunidad educativa y familias, han marcado este primer año.
- Los participantes del IV Foro Compromiso por la Educación Vial reclaman programas de formación específicos para el profesorado y la creación de redes de intercambio de experiencias con los agentes implicados.
- Para el éxito de la educación vial en las aulas es necesario que perduren las acciones en los centros.
- La sociedad civil reclama un Pacto por la Educación que garantice una Ley que no sea modificada en cada legislatura y se consolide para el logro de los objetivos marcados.
- Es imprescindible el desarrollo de materiales que respondan a las necesidades que marcan los reglamentos y la ley.
- Ampliar los contenidos de educación vial en los grados universitarios y profesionales medio y superiores completaría el círculo reforzando los conocimientos.
- “La Educación Vial es un compromiso de toda la comunidad y debe incluir la colaboración de todos sin excepción”. (Luis Montoro, Catedrático de Seguridad Vial)
Desde la plataforma Seguridad Vial 2021-2030 han destacado que “la LOMLOE es la mayor apuesta en materia de Educación Vial en la historia. Es una gran base y apoyo vital, que trasciende los contenidos y recoge los grandes planes y documentos globales como la Agenda de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, El decenio de acción por la seguridad vial declarado por la OMS, la Estrategia Española de Seguridad Vial y la ley de tráfico”.
Esta observación ha sido realizada desde esta plataforma analizando las conclusiones del IV Foro Compromiso por la Educación Vial, celebrado en Madrid, promovido por Fesvial (Fundación Española para la Seguridad Vial), Fundación Mapfre, Aesleme y Universidad de Valencia, reuniendo a los principales actores de la sociedad española con competencias en materia educativa y de formación vial, tales como Dirección General de Tráfico, Ministerio de Educación y Formación Profesional, comunidades autónomas, ayuntamientos, Congreso de los Diputados, Confederación Nacional de Autoescuelas, policías locales, Ceapa (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado), Consejo de Colegios Oficiales de Licenciados en Educación Física y de la asociación de víctimas de siniestros de tráfico STOP ACCIDENTES.
“Es importante destacar que la LOMLOE no pone el acento en los contenidos sino en las competencias de movilidad, a través del trabajo de hábitos cotidianos de movilidad segura y saludable, apoyándose en la creación de situaciones de aprendizaje práctico para conseguir los objetivos” apunta el doctor Ignacio Lijarcio, investigador del INTRAS (Universidad de Valencia).
“Sin embargo, –aclara Lijarcio- estas competencias de movilidad vienen determinadas en los diferentes reglamentos de educación primaria, secundaria y bachillerato y en las competencias marcadas en cada etapa educativa y su incorporación en las asignaturas troncales y específicas: Primaria (educación física, conocimiento del medio natural, social y cultural, educación en valores); Secundaria (educación física, química, geografía, biología, valores éticos); Bachiller (valores éticos, educación física). Y por ello es vital que esta Ley y sus acciones perduren en los centros educativos ya que la educación vial es lo suficientemente trascendental y vital como para dejarla a voluntad del profesor o del centro educativo”.
Según Mar Cogollos, directora de AESLEME y cofundadora de Seguridad Vial 2021-2030, “no debemos olvidar que la educación vial es algo más, parte de la propia movilidad, y es importante trabajarla de manera transversal en el contexto educativo a través de contenidos como salud, medio ambiente, valores ciudadanos, etc. Las competencias de movilidad se trabajan desde el punto de vista del peatón, el usuario de transporte público, de bicicleta y patines, no en el patinete eléctrico, a través de situaciones de aprendizaje diseñadas para cada competencia”.
“Es importante señalar que estas situaciones de aprendizaje deben adecuarse al entorno próximo del alumnado para que recoja su realidad en la movilidad, ya que esta es diferente y diversa, desde los ámbitos locales y rurales de la España vaciada hasta las grandes capitales”, puntualiza la directora de AESLEME.
En este sentido también se manifiesta el doctor Javier Llamazares, presidente de Fesvial y también cofundador de Seguridad Vial 2021-2030, argumentando que “para conseguir la adquisición de estas competencias y los objetivos que pretende la ley de educación en seguridad vial, además del trabajo del Ministerio de Educación, es vital el papel de las consejerías de educación de las diferentes comunidades autónomas, jefaturas de Tráfico, ayuntamientos, consejos escolares, colegios, consejos escolares, ampas, profesores y la creación de sinergias y redes como este foro compromiso por la educación vial”.
“Debemos continuar contando con la participación de las policías locales, los profesores de formación vial y las autoescuelas, las asociaciones, fundaciones y demás entidades que trabajen en movilidad y seguridad vial, sin olvidar aquellas figuras profesionales transversales que se relacionan con salud, sostenibilidad, cambio climático, urbanismo, etc. También será determinante el apoyo de la familia en la educación” prosigue Llamazares.
Durante el IV Foro Compromiso por la Educación Vial se han puesto de manifiesto las principales barreras y limitaciones que han encontrado los centros educativos, durante este primer año, para la impartición de la seguridad vial:
- Falta de tiempo para la planificación y el desarrollo de los programas educativos.
- Falta de experiencia por parte de la comunidad educativa en educación vial.
- Descoordinación entre los agentes implicados, comunidad educativa y familias.
- Falta de recursos y materiales pedagógicos y educativos, así como falta de bicicletas por parte del alumnado.
- Falta de recursos y materiales tanto pedagógicos como educativos, así como falta de bicicletas por parte del alumnado y colegios.
- Falta de bicicletas (por parte de familias y colegios) o problemas de mantenimiento o tamaño acorde a la edad.
“En el lado favorable se destacan las acciones realizadas en los centros educativos por las policías locales y otros actores como la DGT a través de las Jefaturas Provinciales de Tráfico, recuerda Jesús Monclús, director de Seguridad Vial y Prevención en la Fundación Mapfre y cofundador de Seguridad Vial 2021-2030, “aunque muchas de ellas ya se habían puesto en marcha incluso antes que se publicará la actual Ley de Educación”, como por ejemplo:
- Talleres de bicicletas: conocimiento de la bicicleta como vehículo, funcionamiento y mantenimiento.
- Actividades de conocimiento del municipio: salidas como peatones o ciclistas para conocer el municipio, su entorno, la señalización de las vías, el estado de la calzada, las rutas de transporte público.
- Actividades de exploración del entorno con patines y skate.
- Actividades en parques infantiles de Tráfico.
- Concienciar sobre clima y movilidad, con campañas de recogida de residuos o de alimentación saludable, etc.
- Sensibilización sobre las consecuencias del consumo de sustancias estupefacientes y alcohol.
- Impacto de las lesiones como consecuencia de siniestros de tráfico-
- Intervenciones sobre riesgos en la movilidad desarrollados por policías locales,
- Acciones de sensibilización sobre los riesgos en la movilidad, como las desarrolladas por la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE).
Los centros educativos también aprovechan días conmemorativos como la Semana Europea de la Movilidad y de la Seguridad vial, o también aquellos relacionados con el medio ambiente, deporte saludable, alimentación… para introducir conceptos de movilidad y seguridad vial, convirtiéndose de esta manera en laboratorios transformadores que, a través de sus trabajos, acciones, campañas y diagnósticos, se hacen eco en sus municipios.
“Desde la plataforma Seguridad Vial 2021-2030 – insiste Mar Cogollos- nos hacemos eco y apoyamos las peticiones de la sociedad civil que han quedado expuestas y aceptadas por los participantes en el IV Foro Compromiso por la Educación Vial y que planteamos como iniciativas o necesidades a desarrollar para los próximos años”:
- Creación de redes de intercambio de experiencias con agentes implicados y coordinación entre centros educativos, policías locales y entidades, tanto a nivel internacional, nacional, autonómico, provincial y local, complementando contenidos y que estos lleguen al mayor número de alumnos posible.
- Elaboración de programas de formación específica para el profesorado.
- Ampliación del número de horas del profesor de educación física.
- Desarrollo de materiales que respondan a las necesidades que marcan los reglamentos y la ley.
- Contenidos de educación vial en los grados universitarios y grados profesionales medio y superiores.
- Creación de bancos de bicicletas y bonos de reparación que democraticen el acceso de la población a estos vehículos para facilitar su conocimiento y formación práctica.
- Solicitud de no modificar continuamente la Ley de Educación: Pacto por la Educación, mantenimiento y consolidación de la ley.
“La Educación Vial es un compromiso de toda la comunidad y debe incluir la colaboración de todos sin excepción: administraciones, fabricantes de vehículos de todo tipo, empresas de movilidad, comunidad educativa, entidades e instituciones, policías, asociaciones, fundaciones, familias, etc., y debemos trabajar en ello, innovando e investigando, para que la sociedad sea consciente, comprenda su trascendencia, para paulatinamente alcanzar ciudades sostenibles y una conciencia vial colectiva” concluye Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial.